"Lola Massieu. Impulso abstracto" es el título de la exposición que se desarrolla, hasta el próximo 21 de julio, en la sala de la Fundación Cristino de Vera Espacio Cultural de CajaCanarias en La Laguna, donde fue presentada por su comisaria, Mari Carmen Rodríguez; la hija de la artista, María Dolores Camalich Massieu, y Alberto Delgado, presidente de la Fundación CajaCanarias.

La muestra está integrada por una selección de dieciséis obras que abarcan un amplio periodo temporal, desde 1939 hasta 2003. Un recorrido que, partiendo de los géneros de la pintura -bodegón, retrato y paisaje-, transita desde la figuración posimpresionista hasta la abstracción más gestual.

Durante su intervención, Alberto Delgado destacó que Lola Massieu es una de las grandes artistas del siglo XX. Con una trayectoria profesional de casi sesenta años dedicada a la creación en el campo de la abstracción pictórica y que alcanza su madurez en la década de los sesenta con una obra muy personal, considerada por la crítica especializada como una de las principales manifestaciones del informalismo en Canarias.

Por su parte, María Dolores Camalich agradeció, en su nombre y en de la familia, esta nueva exposición dedicada a su madre en la isla de Tenerife, destacando que este proyecto pictórico no solo recuerda la figura de Lola Massieu como creadora sino que, además, señaló que en él se descubre, también, la evolución personal de la artista.

Mari Carmen Rodríguez recordó que la primera vez que Massieu expuso en Tenerife fue en 1959 en el Casino de Santa Cruz y que el título de la muestra "Impulso abstracto" alude a las palabras de Pedro González en relación a la exposición que la creadora celebró en el Museo Municipal de Bellas Artes en 1968. Él habló de ese "impulso previo" que regula y construye la pintura de Lola, y alude al desasosiego, al inconformismo que le hizo posicionarse y manifestar su rebeldía con respecto a tres asuntos determinantes en su vida: ser mujer, la religión y la política, y desertora del "buen arte".