Aunque ellos las vistan con notas musicales, las palabras son el "alimento" de sus profesiones. Marwan y Nach comparten hoy, a partir de las 20:30 horas, espacio en el II Encuentro Poesía & Música de Arona. La cita será en el Auditorio Infanta Leonor de Los Cristianos y junto a ellos vendrán otros compañeros de viaje como Samir Abu-Tahoun, Franxs, Lucía Galindo e "Invierns". "La poesía es libre", aseguran cantautor y rapero en referencia al magnetismo que sienten por un género que ocupa el eje primordial de su creatividad. "La palabra es inmortal, solo hay que saber cuidarla y darle cariño", coinciden en exaltar.

Si el alma pesa 21 gramos en el momento de morir, ¿cuál es el peso que tiene una palabra?

MARWAN: No lo sé con exactitud, pero sí que puede llegar a pesar mucho. Las palabras, por lo general, no suelen ser tan ligeras porque dejan una huella muy grande.

NACH: ¡Jo, vaya pregunta! El peso que una persona le quiera otorgar a cada una de las palabras que acoja en su vida... Lo único que espero es que pesen más las que están bien escogidas, no las que aparecen al azar.

¿Está en crisis frente a las nuevas tecnologías?

M: ¿La palabra? No, qué va. Al revés. Las nuevas tecnologías no son nada sin las palabras. Tienen un peso primordial en nuestra existencia y no van a morir jamás. La comunicación no está en peligro. Al contrario, cada día está más desarrollada y su potencial es incuestionable.

N: El que se sabe apoyar en las nuevas tecnologías para hacer un buen uso de la palabra tiene un arma potentísima entre sus manos. Las redes sociales son un altavoz para amplificar el calado real de cada palabra.

¿Cuántas veces hay que salir al "rescate" de la poesía?

M: Hay que salir todos los días a por ella, no sé si a rescatarla, pero por lo menos a cuidarla. Cultivar la palabra y transmitir cosas bonitas a los demás no debe ser interpretado nunca como un castigo. Esa es mi búsqueda, y espero continuar haciéndolo siempre.

N:En el pasado estuvo más olvidada que en la actualidad. Los jóvenes están descubriendo la poesía de una manera muy sincera; todo depende de cómo te eduquen. Esa es una relación limpia que no para de crecer.

¿La música se ha convertido en una especie de "chaleco antibalas" que está protegiendo a las formás más poéticas?

M: Hay muchas músicas que se pueden considerar más o menos buenas, pero que tienen muy malas letras. Los cantautores no somos sospechosos de carecer de una querencia por unas frases profundas que no se diluyan con facilidad en medio de unas notas musicales. Sabemos cuidar esas reglas para que no se utilicen de un modo zafio.

N: Llegar a tener ese pensamiento puede ser un poquito exagerado (ríe)... La música suele expresar un determinado tipo de cosas y las formas poéticas tienen cierta autonomía para protegerse entre sí. Lo que sí deben hacer es complementarse. Yo no escojo una palabra pensando en si la voy a poner en un poema o en un rap, la elijo para comunicar algo que necesito contar a las personas que tengo a mi alrededor.

¿Deben tener "miedo" los poetas de las inquietudes que puedan tener músicos con su perfil?

M: Todo el mundo tiene derecho a escribir, por lo tanto, ningún poeta está en condiciones de decirle a un cantautor si puede o escribir de una forma u otra.

N: Nadie se tiene que sentir amenazado por el hecho de que yo u otros compañeros de profesión sientan el impulso de escribir unos versos. Los más puristas, quizás, sean los que más inquietud puedan tener a la hora de analizar el movimiento que se está generando en torno a algunos cantantes, pero eso no se puede controlar, es decir, que sirve de poco cabrearse porque al final siempre habrá alguien dispuesto a crear un poema.

Nach (1974)

Al igual que Marwan, Tenerife no es un destino que vaya a descubrir este fin de semana. Ignacio Fornés Olmo, conocido artísticamente como Nach, es un creador que ha convertido la palabra en el sustento de una amplia y reconocida actividad profesional. Sociólogo de carrera, este actor, escritor, poeta y rapero de Albacete considera que hay que acercarse con naturalidad a los versos, que no deberían existir muros que impidan el acceso a un universo que está siendo reconquistado por las nuevas generaciones. "No hay que temer a las formas poéticas, el miedo no es un buen compañero de viaje para los que sienten la poesía", insiste.