El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, que recibe hoy el Premio Cervantes, lucirá en la ceremonia que presiden los Reyes un crespón negro por los sucesos ocurridos en su país, según ha explicado a su llegada al Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.

La tensión reina en Nicaragua después de que el Gobierno de Daniel Ortega derogara una reforma de la seguridad social que hizo detonar protestas con el resultado de al menos 27 muertos y más de 100 heridos en cinco días, así como saqueos a comercios y daños a la propiedad pública.

Sergio Ramírez ya participó ayer en Madrid en una concentración en la Puerta del Sol para reclamar el fin de la "represión insostenible" que se está viviendo en Nicaragua.

El Premio Cervantes explicó que había acudido a la concentración para "solidarizarse" con su pueblo, que ha demostrado -ha subrayado- "tener la valentía suficiente para protestar para que le devuelvan la libertad y democracia confiscadas".

Ramírez, de chaqué, ha sido muy madrugador a su llegada a la Universidad, donde han entrado posteriormente su mujer, sus tres hijos y sus ocho nietos.

Su nieta Camila ha señalado que era un día increíble para toda la familia porque de su abuelo han heredado el amor por el arte y por la belleza y siempre han vivido rodeados de escritores y poetas.

Camila ha tenido también un recuerdo para Nicaragua, una realidad a la que están muy atentos desde España a pesar de que sea "un día tan feliz para nosotros".

La escritora brasileña Nélida Piñón, que ha querido acompañar hoy también a Ramírez por ser uno de sus mejores amigos desde 1970, se ha mostrado convencida de que el discurso del Premio Cervantes tendrá una gran belleza.