Canarias ha logrado situarse ya entre los tres lugares de Europa más atractivos para hacer cine de animación gracias a sus incentivos fiscales a la producción audiovisual, que pueden propiciar que se cumpla el anhelo de crear una industria del sector en España, ha defendido hoy el animador Raúl García.

Solo Bélgica aventaja en condiciones favorables para el sector al archipiélago, que se encuentra prácticamente a la par con el otro de los tres territorios de la UE con más capacidad de atraer producciones de ese tipo de cine, Luxemburgo, ha asegurado en una entrevista concedida a Efe García, el primer animador español que trabajó en los estudios Disney.

Este animador madrileño, que comenzó su carrera con 19 años, logró hacerse un hueco en los estudios Disney tras participar en "¿Quién engañó a Roger Rabbit". En su currículum, figuran hitos como haber sido animador en clásicos modernos como "La Bella y la Bestia", "Aladdin", "El Rey León", "El Jorobado de Notre Dame", "Hércules" y "Pocahontas".

De estancia en las islas, donde participa en Animayo, el Festival Internacional de Animación, Videojuegos y Efectos Visuales de Las Palmas de Gran Canaria, este creador ha insistido en valorar el establecimiento de las ayudas fiscales a la producción audiovisual, que, a su entender, "pueden ser un detonante para que, por fin, haya una industria de animación en España".

Raúl García pudo comprobar hace un par de semanas en una visita a Tenerife " la cantidad de estudios españoles y europeos que están viniendo a Canarias para poder instalarse aquí, aprovechándose de esos incentivos".

"Creo que eso, si se sigue por esta vía, puede ser muy bueno, porque, por fin, vamos a tener en España un tejido industrial en el que los estudios puedan crecer", ha añadido.

Puesto que lo habitual en el país ha sido, "hasta ahora, que los suicidas que hacen una película montan el estudio y, cuando acaban la película, el estudio se disuelve", ha explicado.

No obstante, ha opinado que la situación puede cambiar con la actual coyuntura, en la que "Canarias está, desde luego, entre los tres primeros puestos de lugares donde hay incentivos suficientes para desarrollar y crear una industria de la animación".

Raúl García ha querido respaldar su planteamiento aludiendo al ejemplo de Luxemburgo, que considera que es "el modelo más claro" de cómo el archipiélago puede avanzar en el sector.

Ya que aquel "es un país pequeñito pero que apoya la animación de una forma que, ahora mismo, cualquier película de animación que se hace en Europa pasa por Luxemburgo", como demuestra el hecho de que, "la última vez que los conté, había cuarenta y tantos estudios" trabajando en ese tipo de cine allí.