Este rosarino de voz cautivadora, que pateó el balón en las inferiores de Newell''s Old Boys, resulta reconocible para el gran público por sus roles en teatro, televisión y cine, un medio en el que ha interpretado películas señeras, entre otras "El lado oscuro del corazón" (1992 y 2001), "Hable con ella" (2002) y "Julieta" (2016), bajo la dirección de Pedro Almodóvar.

Darío Grandinetti (Argentina, 1959) encarna el papel de un terrateniente platanero, de nombre Díaz, en la serie televisiva "Hierro", que hace semanas se viene rodando en la Isla del Meridiano.

"Fui a mirar un poco de qué se trata la actividad del cultivo del plátano, pero fue una primera aproximación. A lo largo del rodaje iré practicando con mayor profundidad", dice de su primer contacto con la dura labor en la platanera.

Su personaje es algo estereotipado, el poderoso, un empresario foráneo que se instala en El Hierro y, además de acumular guita, también se desposa con la guapa del pueblo. Todos los ingredientes para terminar siendo odiado.

Tanto por eso como por una historia personal que él arrastra, con un pasado algo convulso, de problemas con la justicia. Cuando aparece el cadáver del joven Fran, esa condición lo convierte a ojos de todos, inevitablemente, en el primer sospechoso.

Pero, además, ¿qué esconde?

Es un personaje con muchas aristas, muy rico para actuar, porque no se trata del típico rol de villano de la historia, sino que está cargado de registros y al espectador de la serie le va a generar cierta empatía. Creo que, sobre todo, será así a partir de la relación especial que se establece entre la jueza (Candela Peña) y él, que si bien no alcanza el rango de una amistad, ciertamente provoca situaciones en las que ambos se miden, se observan y participan de una misma condición: son de afuera. En cualquier pueblo pequeño, el forastero siempre resulta sospechoso, un personaje al que le cuesta ganarse la confianza de los locales.

Como hombre austral, ¿se ha sentido forastero en Canarias?

Llevo muchos años viniendo a España y no tengo más que agradecimientos a este país, a su buen rollo, por cómo se me trata. No me siento forastero.

¿Hasta dónde llega el nivel de exigencia, tanto en lo físico como en el desarrollo intelectual?

No debe olvidarse que, para cualquier persona, el hecho de permanecer fuera de casa, de su espacio de confort, durante casi cuatro meses representa lo suyo. Personalmente siento que este rodaje supone un desafío y requiere estar a la altura de un proyecto que viene trabajándose desde hace mucho tiempo. Es reconfortante observar las muestras de felicidad de los directores y también de los productores, que están viendo que, de verdad, "Hierro" se empieza a convertir en una realidad. Considero que hasta llegan a ser un poco masoquistas, porque precisan dar forma a algo que ni siquiera está dibujado, ni tan sólo esbozado. Esperemos estar a la altura de ese sueño tan grande.

¿Cómo conoció el proyecto?

Por intermedio de mi agente. Me enviaron dos guiones y me gustaron mucho. Después quise estar y así fue. Todo fue muy rápido porque me encontraba trabajando en una serie en Argentina, la estaba terminando y andaba planificando unas cortas vacaciones en Madrid cuando de golpe apareció esto y, en menos de un mes, me decidí. Además, llegó en el momento preciso y adecuado, en un hueco que yo tenía. Si el tiempo de rodaje se extendiera hasta septiembre me hubiera resultado muy complicado encajarlo.

La televisión, con la apuesta decidida de las productoras, está generando un producto atractivo que entra en franca competencia con las salas de cine.

Hace unos años, cuando veíamos "Breaking Bad" y se empezaba a originar este fenómeno de las series, decíamos, y bueno, será lo que se viene, en el futuro también lo viviremos nosotros. Pues ya llegó. Estamos acá, en una coyuntura de crisis mundial que afecta a la industria del cine, en alguna medida por las producciones y coproducciones. Hay cada vez menos apoyo por parte de los estados y en tanto en cuanto sean de derechas, aún menos. Y aparecen estas nuevas alternativas, como son las series de televisión, cada vez más dignas y de mayor calidad, realizadas no como se hacía tradicionalmente la televisión, sino de otra manera. Ahora, por ejemplo, te tomas casi cuatro meses para rodar ocho capítulos y todo en escenarios naturales, nada de platós, ni de decorados que simulan un paisaje. En "Hierro", el platanal va a ser una finca real, como las casas, las iglesias, el puerto, al igual que el ferry o las escenas en el sur de Tenerife.

¿La naturaleza actúa como un personaje más?

Aparecen los conflictos personales, claro, y los rasgos del lugar, porque la geografía de El Hierro es impactante. Es cierto lo que decía el productor, Alfonso Blanco (Portocabo). Primero eligieron el sitio donde contar la historia y a partir de ahí se escribió, desarrollándose en El Hierro y no en otra Isla. Los personajes están impregnados de la idiosincrasia herreña; el plantel está cuajado de actores canarios, con su acento, salvo los tres protagonistas, que somos los forasteros. Y esto le da una sello de verdad.

¿Cuáles son sus próximos proyectos profesionales?

Estoy esperando la confirmación de una película que me tiene muy entusiasmado. Aún con las dificultadesque atraviesa el cine ya se está armando la producción y está previsto comenzar a rodar a comienzos de 2019. Y por ahí asoma algún papel en el teatro del que aún nada puedo contar. (Y hasta aquí puede leer).