Francisco Javier Pérez es el secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASAle), además de director adjunto del Diccionario fraseológico panhispánico, y representa a la Academia Venezolana de la Lengua.

Su trabajo resulta básico para coordinar y garantizar la buena marcha de los proyectos panhispánicos entre las diferentes instituciones académicas y, bajo esta condición, ha estado presente en las reuniones que desde el pasado lunes y hasta ayer, miércoles, ha venido celebrando la comisión intercadémica en Tenerife.

En líneas generales, el contenido de este primer encuentro ha estado centrado, fundamentalmente, en una cuestión metodológica. A propósito, Francisco Javier Pérez explica que la tarea se ha orientado a "ponernos de acuerdo sobre el tipo de diccionario que pretendemos, perfilar los elementos de la descripción fraseológica, establecer un banco de datos y también un corpus lingüístico, en la idea de que sea lo más representativo posible".

Como declaración de principios, este comité dejó bien sentado que los regionalismos se quedarían en sus lugares de origen, para de esta forma centrarse en compartir las voces generales. Como ejemplo, al secretario de la ASAle se le viene a la boca una expresión como la de "Niño que no llora no mama", a partir de la cual "se establecen equivalencias en cuanto significantes y significados para construir la variación fraseológica".

Una vez cubierto este paso se procederá al ensamblaje final de la redacción y desde ahí al alumbramiento de una obra que "representa un componente fundamental en la configuración y manifestación de la cultura y la identidad de los pueblos, en el caso que nos ocupa de la comunidad hispanohablante", señala.

Este diccionario aspira a compilar lo que exista de acuerdo, además de las diferencias que se manifiestan entre unas expresiones y otras. "Los hispanohablantes usamos frases parecidas, pero que no llegan a ser idénticas. Se trata de la diferencia dialectal y diatópica, en la que intervienen circunstancias como el énfasis, el subrayado. Y de ahí que se dé el caso de expresiones que en un país están cargadas de ironía y no así en otro".

Y no esconde Francisco Javier Pérez que "recoger y describir la fraseología en español representa un reto excitante, un desafío", al tiempo que "una tarea compleja", en buena medida porque "los diccionarios habituales son referenciales, mientras que en el fraseológico están presentes "sentimientos, afectos, ironía, humor" y no explícitamente , sino a través de lo simbólico y metafórico.

En relación con el tránsito humano y emocional que late entre Venezuela y Canarias, el secretario de la ASAle sostiene que siempre permanece abierta "una autopista de doble dirección".

Tanto el español hablado en las Islas, como el de Venezuela, "aparecen tipificados y diferenciados", señala el académico. Ahora bien, "la lengua canaria queda sembrada en nombres que son comunes. Por ejemplo, en mi país, al gofio", (la harina molida tostada), "lo denominamos gofio canario para de esta manera poder distinguirlo de la voz gofio, que hace referencia a un pequeño dulce de azúcar", subraya.

Francisco Javier Pérez

secretario general de la Asale