A la fotógrafa vasca Nagore Legarreta (Hernani, 1981), licenciada en comunicación audiovisual, le gusta experimentar con las cámaras estenopeicas, esas que se construyen con una caja estanca a la luz, con un pequeño orificio y un material fotosensible en su interior, pero sin lente.

Una caja de cerillas ha sido el último recurso con el que Legarreta ha construido una cámara oscura, recurso con el que ha realizado la colección "Imágenes de fuego", que expone hasta el próximo 8 de junio, en la sala de la Fundación Mapfre Guanarteme en La Laguna.

Esta muestra, incluida en el circuito Gran Canaria Foto 2017 "El idioma de los instantes. La voz fotográfica", está formada por treinta y nueve instantáneas a color que han sido captadas durante varios viajes que ha realizado a la India entre los años 2013 y 2017.

"He utilizado una cámara construida con una caja de cerillas y dos carretes fotográficos en color sin ningún tipo de lente con el fin de captar la intensidad de la luz y del sol, como una llama de fuego que atraviesa el agujero de la caja de cerillas sin intermediario que la modifique".

Esta joven artista, que desarrolla y explora técnicas primitivas de fotografiar diseñando y construyendo cámaras estenopeicas a partir de distintos recipientes, comentó que "creé una cámara fotográfica a partir de una caja de cerillas, un método muy primitivo y rudimentario de hacer fotografías".

"También soy muy de experimentar, de jugar con los accidentes y trabajar con la imprecisión. En vez de hacer un agujero pequeñito en la caja de cerillas lo hice más grande de lo habitual y eso hizo que las imágenes salieran un poco difuminadas, borrosas y en vez de corregir esos errores decidí aliarme a ese hecho y el resultado es que están un poco difuminadas, parecen más pictóricas"

Otro aspecto muy importante del experimento realizado por la autora es que la luz y el color tienen mucha intensidad y fuerza en las fotografías obtenidas. "Es una exposición muy vistosa con respecto al color. Son manchas y también se aprecian siluetas. Se ven cosas, pero no tan definidas a como estamos acostumbrados a ver en estos tiempos de imagen digital. He buscado eso, como expresar fuerza, cómo contar algo cuando no tienes esa definición".

Legarreta lleva años trabajando la fotografía estenopeica, es decir con la cámara fotográfica más básica y primitiva que existe. Es como volver a los inicios de la historia de este arte.

"Empecé a fotografiar con latas cilíndricas de metal y eso me obligaba a cambiar el papel fotográfico en cada imagen que realizaba. Luego se me ocurrió esto al ver en internet que había la opción de utilizar carretes en una caja de cerillas. De esa forma aligeré bastante todos los cachivaches que tenía que transportar para hacer imágenes. Todo se simplificó".

Con un equipo mucho más ligero y transportable, esta autora se inclinó por experimentar con el color en sus viajes a la India y poder reflejar sus estados de ánimo a través de las fotos, la alegría de vivir.

En la colección "Imágenes de fuego" están presentes animales y personas, entre ellas muchas mujeres, en la orilla del Ganges, saludando al nuevo día, unos de frente y otros de espaldas, con su silueta en contraposición al sol.

"La exposición empieza con luces muy fuertes y colores muy intensos, lo que sería el nacer. Según se va acabando la exposición los colores se van apagando hasta llegar casi al negro. Hay un ritmo de color. No es casual que empiece con una fotografía naranja y siga con otra azul, y luego una amarilla, una morada, el negro y vuelva el naranja. El ritmo está medido".

En este sentido comentó que "es como estar viviendo simultáneamente la vida y la muerte. Ocurren tantas cosas a la vez. En la India percibí que la vida y la muerte conviven muy de la mano. Es lo que quería transmitir en esta exposición, recoger la esencia de todo lo que ha supuesto para mi, esas sensaciones que he tenido".

A esta profesora de fotografía, que también recurre a la imagen digital, le gusta trabajar desde la imprecisión. "Me gusta la estética sucia porque es muy poética y hay mucha belleza en la imprecisión. Conecto muchísimo con esa idea y por eso trabajo con la fotografía estenopeica".