Si de abrigarse se trata algunas de las firmas más potentes posicionan la lana mohair en primera línea, al mismo tiempo que otras como Zara, Gap o HyM renunciaron al uso de este material tras la difusión del maltrato a los animales que logró PETA. Así que si te sumas a la protesta hazte con abrigos de ante, chaquetas de alpaca, ponchos de lana, mantas combinables incluso con los vestidos de lentejuelas que han llegado para salir del armario un fin de semana sí, otro también. Y si a prendas que toman otra función nos referimos, no nos deja de asombrar que los blazers caigan hasta la cadera a modo de traje.

Hay piezas que son clásicas, aunque en algún momento las escondamos en los altillos, como pasó con los logotipos y las gabardinas, hasta que Naomi Campbell y Kate Moss las sacaron, a principio de año en el desfile masculino de Louis Vuitton, para que se mantengan también en 2019. Otras que siempre, siempre están en nuestros armarios, aunque no sean exactamente iguales cada temporada son los tejanos. Este año llegan en tonos suaves, casi desteñidos, y marcando cintura, incluso si se llevan en chaqueta. También pasa con los zapatos cerrados y planos, capaces de calzarlos con calcetines y medias o sin ellos. Este invierno priman los destalonados con punta, no demasiado descarada, y apliques o bicolor. Al mismo tiempo se cuelan en los zapateros los mocasines estampados o con texturas, y las típicas bailarinas, sobre todo si son de cuadros. Si este caso lo extrapolamos a tejidos o dibujos, el que simula la piel de los animales es el rey, en esta ocasión llevado a los tigres y cebras mientras los cuadros llegan en todas las versiones.

Si hablamos de materiales hay un acabado que más allá de la estridencia es fascinante; es el tejido que parece papel de platina, Albal o aluminio. Que nuestros cuerpos parezcan estar envueltos tiene más encanto del que puede parecer así que es una de las tendencias más "top". Los metalizados, suavizados y por tanto mucho más discretos, llegan en oro con los que dibujan cadenas, herraduras,?

La temporada que solo le da cabida al negro o al gris, como mucho los tierra o los azules y desde hace algunas temporadas el blanco, este año se tiñe de colores con alto poder de llamar la atención. Los reflectantes, los neón, llegan y no solo para llevarlos a camisetas y como mucho a tenis, sino también a trajes, pantalones o jersey, incluso a los de ocho, los que tejían las abuelas, que este año, junto a los estampados, vuelven a ser los más preciado, aunque, por el volumen de la pieza, no le favorezca a todo el mundo. El mismo efecto se da con los tejidos acolchados, sin embargo parece que van a colocarse en un buen lugar, nos acostumbraremos hasta casi necesitarlo como nos ha sucedido con los "plumas" de Uniqlo.

Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, tal vez no es exactamente así pero lo que no le podemos quitar es que son referente. En 2018 refrescamos los 80 con los vestidos de cuero, los acabados que logra el tafetán o el toque rompedor de los lazos o volantes. Y los años 60 con la inspiración más Mary Quant.

Sea cual sea la tendencia por la que te decantes apuesta por colarte en los probadores y adelántate a lo que va a pasar de las revistas a la calle antes de que sea demasiado tarde.