Un incendio ha arrasado el Museo Nacional de Río de Janeiro, el más antiguo de Brasil y que alberga unos 20 millones de piezas que datan de diferentes periodos de la historia, entre ellos el esqueleto de "la primera americana", animales disecados, momias y decenas de huesos de dinosaurios.

El fuego, cuyo origen se desconoce, comenzó en el recinto en torno a las 19.30 horas del domingo (22.30 GMT), cuando ya estaba cerrado al público y solo había cuatro vigilantes en su interior.

No obstante, según la información ofrecida por el propio Museo de dos siglos de antigüedad, no hubo heridos, ya que todos lograron salir a tiempo, pero la mayor parte de la colección fue destruida.

El Cuerpo de Bomberos seguía trabajando para intentar contener el incendio a las 01.00 horas (04.00 GMT), si bien las llamas se reavivaban por momentos aunque estaban concentradas en la parte posterior del edificio.

Las reacciones en torno a la destrucción del museo ubicado en la Quinta da Boa Vista, en el norte de la ciudad, no se hicieron esperar.

El exdirector adjunto del Museo Nacional, José Perez Pombal Jr, envió un audio desde el lugar del suceso, en el que afirmaba desolado que "no va a permanecer nada".

"No va a quedar nada. Las llamas están altísimas y el fuego está por todos lados. El palacio se va a quemar todo y también las colecciones, las momias, todo", dijo.

"Se acabó. No sé si la institución va a seguir existiendo después de eso", remató.

Más crítico que apenado se mostró el vicedirector de la institución, Luis Fernando Duarte, quien denunció que la "falta de apoyo y la falta de conciencia" del poder público llevó a esa "trágica situación".

"Luchábamos hace años, en distintos Gobiernos, para lograr recursos para preservar adecuadamente todo lo que fue destruido hoy", declaró Duarte a la televisión local.

Y es que el edificio que otrora fue la residencia oficial de la familia real portuguesa en Brasil afrontaba dificultades financieras en los últimos años debido a los recortes de presupuesto y, en 2014, dejó de recibir gran parte de los aportes destinados a su manutención y conservación.

En un comunicado oficial, el presidente del país, Michel Temer, lamentó el suceso, que calificó como "un día trágico para la Museología" del país.

"Incalculable para Brasil la pérdida del acervo del Museo Nacional", pues "fueron perdidos doscientos años de trabajo, investigación y conocimiento", expresó Temer.

"Es un día triste para todos los brasileños", completó.

También el ministro de Cultura de Brasil, Sérgio Sá Leitao, dijo que se trataba de un "día de luto" y que la situación "es lamentable", pero comentó que es consecuencia de "años de negligencia".

"Que eso sirva de alerta para que tragedias como esa no se repitan en otros museos y otras instituciones", manifestó el ministro a la televisión local.

El Museo Nacional, vinculado a la Universidad Federal de Río de Janeiro, celebra este 2018 sus 200 años de historia y contaba con la mayor colección de arqueología egipcia de América Latina.

Creado por el rey Juan VI de Portugal el 6 de junio de 1818, la institución es considerada la quinta mayor del mundo por su patrimonio e incluye colecciones compuestas por decenas de miles de objetos provenientes de varias civilizaciones de América, Europa y África.

La joya del Museo Nacional era "Luzía", la mujer de unos 12.000 años hallada en Minas Gerais, en el sureste del país, y que se trata del ejemplar humano más antiguo jamás encontrado en el continente americano.

Aún se desconoce si "la primera americana" ha sido consumida por las llamas.

Se da la trágica circunstancia de que hace 40 años, el 8 de julio de 1978, otro pavoroso incendio, esta vez en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, supuso la desaparición de importantes pinturas de artistas de talla mundial como Pablo Picasso, Salvador Dalí o Joaquín Torres-García, expuestas allí en una muestra temporal.