Pedro Guerra echa la vista atrás para actualizar su primer disco, "Golosinas", referencia de la canción de autor que sirvió de bálsamo en 1995 para las heridas de una grave crisis económica y política, convencido de que hoy, como entonces, "hay que seguir creyendo en las utopías". Lo dice a propósito de la vigencia de canciones que apelan a la conciencia social como "Contamíname" o "Las gafas de Lennon", solo unas horas después de la dimisión de una ministra del PSOE acusada de aprovechar su posición para obtener beneficios docentes y meses después de que otro ministro del presidente Pedro Sánchez renunciara por un subterfugio fiscal.

"Lo primero que se me pasa es que menos mal que ha habido dos ministros que igual no lo han hecho bien, pero que han dimitido. Ahí ha habido una diferencia grande, porque antes nadie lo hacía. No soy del PSOE, pero lo han hecho bien en estos dos casos".

Reflexivo como acostumbra a ser en su vida y en sus canciones, el músico tinerfeño considera que ni siquiera la antigua polémica sobre el chalé de Pablo Iglesias, líder de Podemos, le parece algo a tener demasiado en cuenta como mácula de la izquierda ideal: "Hay que seguir creyendo en las utopías y valorar a la gente por su trabajo global, no por cosas pequeñas o puntuales", afirma.