Alejo Moreno estrena este viernes en las salas españolas "Diana", su debut en el largometraje, autoproducido gracias a varios créditos personales, escrito y dirigido por el periodista del programa "Días de Cine" de RTVE, tras un esfuerzo "bestial", inevitable en los tiempos que corren.

"Estaría genial que España fuera en esto de las películas como en los años 70, cuando el ocio principal era el cine y cualquiera que hiciera una película tenía muchas opciones de verla en una sala, lo primero, porque había muchísimas, y luego porque la gente iba y se recaudaba", afirma el realizador en una entrevista con Efe.

Eso, cuenta, "facilitó que el cine fuera mucho más libre de lo que lo es ahora, porque hoy dependes de muchos actores económicos", como es su caso, "asfixiado" por los créditos bancarios. "Al final -reflexiona el director- la clave (como en todo, sonríe) está en las pymes".

"Si tu tienes contacto directo con tu fuente de ingresos es más fácil que digas lo que quieras; si tienes que pasar antes por un filtro de una televisión u otro agente, la cosa se empieza a complicar y empezamos a hacer un cine estandarizado".

No es el caso de "Diana", una película íntima, "minimalista", que cruza una historia de amor extrema con un fraude financiero, que se descubre a través de la relación de una prostituta de lujo con un empresario.

La cinta se vio por primera vez en el Festival de Cine Español de Málaga, donde el sevillano ya presentó su primer documental "La vida a 5 nudos" sobre la vida a bordo del buque Juan Sebastián Elcano, y después ha pasado por numerosos festivales donde el director ha notado "una mayor aceptación del público de 20 a treinta y tantos años".

"Creo que son los menos prejuiciosos y los que tienen más ganas de espectáculos diferentes", aventura Moreno, que defiende "Diana" como "una expresión personal y artística muy libre".

La acción, que ocurre en Madrid, comienza un día de trabajo agotador cuando un guapo y rico empresario, Jano (Jorge Roldán), pide los servicios de una "scort" de lujo a la que cita en su casa. Es Sofía (Ana Rujas), una joven universitaria, prostituta porque le gusta, dice, y el público ve que lo está contando a una cámara en un reportaje de prensa.

El hombre está a punto de sacar adelante el negocio del siglo. La mujer lleva el nombre de la diosa cazadora Diana tatuado en un muslo. Tiene el corazón roto, pero no lo dice. Lo que queda es sexo, obsesión, dinero, mentiras y dolor.

"Yo no tengo problema en asumir el riesgo de invertir, que es lo que he hecho, pero me gustaría que hubiera más canales en donde yo pudiera medirme con el público", se queja este autor, que ha optado por la promoción artística con la participación de creadores: un modo diferente, pero esclarecedor, de otra forma de entender el cine.

Así, en Málaga, Moreno llenó la calle Larios de impactantes carteles en los que una foto artística mostraba el desnudo integral de la modelo Lucía de la Guerra, a la que no se ve la cara, con un cuchillo rasgando en su muslo la palabra "Diana", con sus piernas abiertas y su vulva en primer plano.

Ahora, "Diana" se presenta directamente en las salas con un montaje artístico, creación del sevillano Armando Seijo, hechas para ambientar la estética de la película, en este caso, una cama barroca con dosel y terciopelos, espejos y navajas, elementos todos ellos, importantes en la trama.

La cinta se podrá ver a partir del viernes en salas de toda España.