El poeta y cantante de rap en español David Martínez Álvarez, Rayden, (Alcalá de Henares, 1985) será el encargado de clausurar hoy junto a su banda el III Festival Índice de Santa Cruz, con el concierto que ofrecerá, a partir de las 22:00 horas, en la trasera del TEA, al lado del Museo de la Naturaleza y el Hombre de Santa Cruz.

Este artista, uno de los máximos exponentes del hip hop en España, donde se ha forjado un estilo propio a base de arriesgar e innovar, llega a la isla acompañado por su banda al completo para poner punto final a la GIRAAntónimo, en la que interpreta los temas de su último disco y los mejores de sus anteriores registros.

Este amigo de las palabras que habla con ritmo tiene muy claro su vínculo con el rap. "Lo primero que me llamó como estilo de música fue el rap y a partir de ahí empecé a valorar otros, pero como oyente. Mi concepción del rap es más abierta de lo que suele ser la imagen ortodoxa".

Le atrae este fórmula musical por su carácter multitemático. "No se queda anclado en lo monotemático y es un fiel reflejo de todo lo que toca al ser humano, tanto por fuera en el entorno que lo rodea como por dentro, y también es reivindicativo, que no tiene por qué confundirse con quejicoso, sino para denunciar la falta de empatía a otro tipo de cosas".

Este cantautor-rapero afirma: "Tengo amigos cantautores que dicen que los raperos son unos cantautores y yo les digo que los cantautores de ahora son unos raperos", señaló. Cuenta en sus cuidadas y elaboradas letras lo que siente y padece, aunque no tiene ningún tema específico sobre el que le gusta hablar en general en sus composiciones.

"No es que me guste, es que siento la necesidad de tratarlas cuando algo me toca sobremanera como para hablarlo. Ya sea para bien o para mal, siento la necesidad de coger un folio. Siento que no cojo el folio para llenarlo sino cuando tengo algo que contar. Es cuando algo te llena como un balazo y sientes necesidad de sacarlo fuera. Hay que seguir y ser fiel a esa señales".

La improvisación no existe en el proceso creativo de este cantante, que elige muy bien las palabras, con mucho cuidado y respeto a su contenido. Tampoco se atreve a definir su estilo, para algunos teñido con cierto aire pedagógico.

"No sé qué decirte. Sé hacerme entender con las palabras, pero no sé hablar de mi obra. No veo que pueda enseñar a nadie, lo que sí es verdad es que el instrumento principal es la voz, luego es más fácil. Tal vez al haber una mayor contenido de texto es más fácil que la gente se quiera abrigar con las palabras. Ahí sí que la gente se puede agarrar y hacerlo suyo, pero no pedagógico".

Rayden recuerda con especial cariño la aventura que vivió en la Red Bull Batalla de los Gallos de 2006, cuando quedó campeón mundial, aunque reconoció que no le gusta competir.

"Bastante compito conmigo mismo como para seguir con este tipo de cosas. Participé en una batalla y tuve la suerte de ganar a nivel nacional e internacional. Al final, eso queda como una anécdota bonita". Con respecto al carácter bélico de la palabra "batalla", señaló que "mejor ir de cara cuando las únicas batallas son dialécticas que ir de espalda con otro tipo de cosas que nos pasan en el día a día y se disfrazan de paz".

La crítica está muy presente en la producción de este creador, independientemente del tema que trate en los textos. "Está presente al cien por cien, ya sea para hablar de la falta de amor, de la situación actual de un sector social o incluso de mi hijo, a quien a la vez que hablo contigo por teléfono lo estoy balanceando en el columpio. Tiene que ser algo a lo que tienes que enfrentarte, porque es enfrentamiento el querer llevar algo que tienes en la cabeza al folio".

La realidad indica que el rap en España goza de más éxito cada día, aunque casos como los de Valtònyc, por insultar al rey , o lo del actor Willy Toledo por hacerlo a Dios, reflejan el estado en el que se encuentra la libertad de expresión en este país. "Me parece que el mundo va un poco al revés, cuando hay cosas que no tienen la verdadera velocidad y fuerza que necesitan".

Este enemigo acérrimo de la autocensura, que tiene desde ayer en el mercado el "single" de su próximo disco, "Caza de pañuelos", cuya recaudación irá destinada a la Asociación de Víctimas de la Violencia Machista, confesó que le cuesta muchísimo dar forma a las letras que canta en sus canciones.

"Me cuesta muchísimo, sobre todo darle forma a la botella. Benjamín Bravo siempre me dice que soy astuto junto a Rozalén porque sabemos hacer la botella atractiva y entonces todo el mundo es capaz de bebérsela. Creo que es eso, buscar el enfoque, porque un tema puedes hablarlo de mil vías posibles, pero solo hay dos o tres formas atractivas. Para no caer en esas delgadas líneas de lo que pueda ser casposo, populista o panfletario o ese tipo de cosas hay que hilar fino. En eso es lo que más tardo".