Sabe que es uno de esos "héroes" musicales que la década de los 80 trató bien. "Muchos de los que estaban entonces ya han caído", asegura Mikel Erentxun (1965) antes de tomar el vuelo que lo trae a la Isla de Tenerife para participar en la jornada de hoy, a partir de las 19:00 horas, en el I Festival Peñón Rock del Puerto de la Cruz. El exlíder de Duncan Dhu compartirá cartel con los Hombre G, Simón Salinas, Della Du y Said Muti.

Lo que nadie puede poner en duda es que usted y Hombres G tienen sus equipajes repletos de experiencias, ¿no?

Algo hemos hecho para llegar hasta aquí (silencio). Somos dos viejas glorias que supimos compartir un espacio común. Ambos logramos construir algunas cosas interesantes, ¿no?

¿Lo de "viejas glorias" lo dice con pena u orgullo?

Con orgullo, por supuesto, con mucho orgullo... Desde mi etapa en Duncan Dhu he tenido claro que esta iba a ser una batalla larga en la que debía conservar el pulso firme. Uno no se mantiene en pie tantos años si no hace las cosas bien y a las pruebas me remito. Muchos de los que estaban entonces ya han caído.

¿Cuál es su primer impulso artístico cada mañana; ese que lo convence de que hay artista para rato?

Hay uno que consiste en mirar siempre hacia delante. Mi mochila está cargada con recuerdos de mi etapa en Duncan Dhu, pero sé que tengo que convivir con ellos y dar cosas nuevas. Ahora, por ejemplo, me pilla en el estudio de casa enrollado con mis próximos temas. No me asusta el pasado porque sé que escribo mejores canciones que hace 30 años.

¿Nunca le gustó vivir de las rentas de Duncan Dhu?

Pero no lo hice por desprecio. Sé que esta noche habrá un instante en el que me pedirán "Cien gaviotas" u otros éxitos de la banda. A mí siempre me costó vivir del éxito. Sobre todo, si es una gloria lejana, pero reconozco cuáles son mis raíces y qué puedo seguir aportando a la música. Todavía me quedan muchos capítulos por vivir.

¿Esos episodios seguirán ligados al rock and roll o ya es tarde para los experimentos?

El rock and roll es algo más que una forma de vida. Esta vida ya es demasiado complicada como para, encima, progrese a divagar en torno a cuestiones que tengo superadas. A Tenerife voy con una buena "píldora" de rock, que es lo que he venido haciendo desde hace unos cuantos años...

¿Qué le ha dado este oficio?

Pasión por trabajar en lo que más me gusta. Esa es una suerte que está reservada a unos pocos. Yo no entiendo la vida sin la música. Mi casa es la de un músico desordenado. Me explico. Si entras en ella puedes encontrar un instrumento en cualquier esquina, un vinilo bajo la almohada o un recuerdo donde menos te esperas. Yo no sé vivir de otro modo.

¿Y qué le ha "robado"?

Tiempo para estar con los tuyos y con tus aficiones. Cuando eres un artista de éxito debes aprender a hipotecar cosas a los que otros no estarían dispuestos a renunciar.