Portugal inicia mañana una intensa agenda de eventos para celebrar los veinte años de la atribución del Nobel de Literatura a José Saramago, un premio que, según el propio autor, dio tal alegría sus compatriotas que éstos crecieron "tres centímetros".

"Todos nos sentimos más altos, más fuertes, incluso más guapos", dijo hace una década Saramago (1922-2010) para explicar los efectos que su premio tuvo en el país de la "saudade".

Los lusos se preparan para recordar esa alegría desbordada con una agenda de eventos que arranca mañana en la isla española de Lanzarote, donde el escritor vivió los últimos 17 años de su vida y donde falleció a los 87 años.

El primer ministro de Portugal, António Costa, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, realizarán allí un homenaje en el que también estarán presentes la hija y nieta de Saramago, así como su viuda, la periodista española Pilar del Río.

Ya el domingo, Costa volverá a presentar sus respetos al autor de "Ensayo sobre la ceguera" en la localidad natal de éste, Azinhaga do Ribatejo, a unos cien kilómetros al norte de Lisboa, donde se prepara una fiesta popular que incluirá música y lectura de poemas.

Es lo más destacado de la agenda institucional, que dará paso a la académica el 8 de octubre, cuando se cumplen los veinte años de la concesión del Nobel.

Ese día se inaugurará en Coimbra, en el centro de Portugal, el Congreso Internacional "José Saramago: 20 años con el Premio Nobel", al que asistirán más de 300 personas.

Será en esta cita donde se presente "El cuaderno del año del Nobel", un diario inédito del portugués escrito durante ese trepidante 1998 en el que se recogen sus pensamientos, apuntes sobre las entrevistas que concedió e incluso sus rituales diarios.

Tras la reunión de Coimbra, que concluye el día 10, habrá una segunda presentación de este volumen, esta vez en la Biblioteca Nacional de Portugal, en Lisboa, el día 12, donde también se inaugurará una exposición documental dedicada al autor.

Además, se presentará el libro "Un país levantado en alegría", de Ricardo Viel, que desvela detalles hasta ahora desconocidos de cómo se gestó la noticia de la concesión del galardón desde Estocolmo.

Ya para el final del mes hay programados otros eventos en Oporto y Lisboa que abordarán aspectos más concretos de su obra, caracterizada por una narrativa desgarrada y reflexiva y referente de una moral de compromiso ante un mundo que le despertaba escasas esperanzas.

"¿Continúa con esta visión pesimista de la humanidad?", le preguntaron en una entrevista en 2008, a propósito de la publicación de "El viaje del elefante".

"¿Cómo se puede ser optimista cuando todo eso es un tendedero de sangre y lágrimas? Ni siquiera vale la pena que nos amenacen con el infierno, porque ya lo tenemos. El infierno es esto", respondió.