La Sala Sinfónica del Audirorio de Tenerife acogió ayer la segunda representación de la ópera "La italiana en Argel", obra de Rosssini, con una puesta en escena a cargo de los alumnos de la sexta promoción de Opera (e)Studio, con la supervisión del director artístico de Opera (e)Studio, Giulio Zappa; la directora de escena, Giorgia Guerra, y el director musical, Nikolas Nägele, al frente de la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST).

Esta propuesta, que rinde homenaje al compositor Gioachino Rossini, al cumplirse los 150 años de su fallecimiento, supone la apertura de una nueva temporada lírica en la Isla.

La pieza, ambientada en una hammam (baño árabe) aborda la creación cómica del autor italiano que narra, en un ameno clima plagado de bellas y complejas tesituras musicales, cómo Isabella explota su encanto e inteligencia para liberar a su novio, Lindoro, apresado en Argel.

La trama de esta ópera, acompañada por el inconfundible acento rossiniano caracterizado por enérgicas y vertiginosas melodías, gira en torno a una misión de rescate encabezada por Isabella. La heroína italiana no solo consigue embaucar a los captores, sino que urde un plan de fuga y, además, deja su impronta en esa ciudad mediterránea.

El libreto aborda temas tan contemporáneos y universales como la interculturalidad o la lucha entre sexos.

"La italiana en Argel" constituye dentro del repertorio rossiniano una de las óperas más difíciles de cantar para todos los personajes, de manera especial en el caso de Isabella y Mustafá.