La cultura debe entenderse como uno de los grandes sectores estratégicos en países democráticos y de economías avanzadas. Se trata, sin duda, de una excepcional herramienta para el desarrollo de las sociedades y sustancial en la actual sociedad del conocimiento, en la que asoma un nuevo paradigma económico, consecuencia de la fusión de la economía y la cultura, dando lugar a un escenario en el que se conjugan elementos culturales, económicos, tecnológicos y sociales.

Entendida así, inscrita en el nuevo escenario de la economía creativa, la cultura representa un factor generador de riqueza y desarrollo, como también de identidad y cohesión social.

La Cuenta Satélite de la Cultura establece que, en el año 2015, este sector y las actividades vinculadas a la propiedad intelectual representaron el 3,2% del Producto Interior Bruto (PIB), unos valores alejados del 3,5% de 2010 y más aún del 4% de la primera mitad de la pasada década.

El caudal de talento de los creadores, un recurso humano apenas mensurable y que la frialdad de los números no es capaz siquiera de esbozar, se enfrenta a papeles erizados de dificultades y a un escenario marcado por la dramática precariedad de las condiciones laborales.

Tras una década, y en una coyuntura que aún arrastra los gravosos efectos de la crisis, los profesionales claman por la urgencia de articular un pacto social por la cultura. Y sostienen que no se trata tanto de librar más recursos económicos, sino de generar mayor actividad y difusión hacia el conjunto de la sociedad.

En el reparto de objetivos, las prioridades aparecen diáfanas: regular las condiciones socioeconómicas de comediantes, bufones y titiriteros, de todas esas gentes que forman la denominada farándula; redacción de un Estatuto del Artista y de los Creadores; mayor participación de las mujeres en el sector; clara política fiscal, una vez fracasada la Ley del Mecenazgo; un marco jurídico para el nuevo paradigma tecnológico; la internacionalización de la cultura como marca España y políticas de democratización del acceso a la cultura.