Uno de los momentos clave de la historia de la antigua Roma fue el periodo en el que una veintena de senadores mataron a puñaladas a Julio César (44 a.C). Este episodio marcó un hecho muy trascendente, el paso de la República romana al régimen de los emperadores, asunto por el que transita la última novela del escritor Jesús Villanueva, "Idus de sangre".

Esta obra, escrita hace once años y presentada al Premio Planeta sin éxito, fue recuperada de una gaveta y repulida por su autor hace unos siete meses para ser enviada a la editorial Almuzara. Le contestaron en un mes, la publicaron y la van a distribuir también por Latinoamérica y Estados Unidos.

Villanueva está muy contento con el resultado de este texto, en el que ha volcado todos los conocimientos que ha acumulado sobre Roma, su política y su cultura. Desde su punto de vista fue el periodo más interesante del pasado de este imperio, del 49 a.C., cuando Julio César cruza el Rubicón, hasta el 27 a. C, con una guerra civil y varias batallas por medio.

"En Idus de sangre describo ese proceso de transición entre la República romana y la llegada del primer emperador de Roma, Octavio Augusto. Lo curioso de todo esto es que cuento con detalle cómo y por qué se fraguó la conjura para asesinar a Julio César y cómo el resultado de su asesinato no llevó a los conjurados al éxito de su campaña, sino todo lo contrario. Les salió el tiro por la culata".

Este literato imprimó cierto suspense a su relato y añadió que "el asesinato de julio César provocó que su sobrino nieto, su hijo adoptivo, Octavio Augusto, resultase ser una persona mucho más ambiciosa que su tío abuelo. Consiguió ser, por los derechos que él consideraba heredados, el primer emperador de Roma, que pasó a la historia como César Augusto".

El padre de esta crónica de ficción, aunque muchos de los acontecimientos descritos fueron reales, destacó que los conjurados no solo eran enemigos de César, sino que también había amigos que fueron comandantes de sus legiones y otros personajes a los que perdonó la vida tras ser vencidos.

"Estoy convencido de que a Julio César no lo asesinaron porque la república pudiese peligrar, sino porque una oligarquía política temía por sus privilegios", dedujo el autor de esta obra con más que quinientas páginas caracterizadas por el rigor de sus datos.

"Como escritor de cuatro novelas históricas tengo una gran responsabilidad con los lectores, porque cuando están leyendo una obra de este tipo confían en que todos los datos concretos de personajes, de lugares, la cronología de los hechos, todo eso es fidedigno y está documentado, porque he estudiado las mejores fuentes, como Plutarco. Cuando hablo de un exlegionario que regenta una taberna, de su esposa, un cabrero, o unas esclavas, el lector reconoce todo eso como ficción".

Más de un centenar de personajes, la mitad existieron realmente en aquella época, dan vida a "Idus de sangre", en la que todos los nombrados cumplen un papel en la misma, aunque algunos de ellos solo intervienen en pequeños episodios, como unos ladrones que asaltan una caravana de mercancías y después desaparecen.

Los verdaderos protagonistas de este texto son una treintena, entre César, Octavio Augusto, Marco Antonio y Cleopatra, o Marco Lucio Cornelio, quizás el principal protagonista de la historia al que da nombre Villanueva. Este hombre, veterano de la legión favorita de Julio César, establece el inicio de la novela cuando escucha por azar, en la taberna que regenta, a dos reputados senadores conspirar contra la vida de su amado general, al que trata de avisar de la conjura.

En este sentido, advirtió de una laguna muy importante que le animó a abordar "Idus de sangre", que hubo un personaje, al que ha bautizado como Marco Cornelio, que trató de avisar a César de que lo iban a asesinar. "Cuando subía las escaleras hacia la Curia de Pompeyo alguien le puso un pliego en la mano. Se sabe que existió, pero no se conoce su nombre. Dice que pudo ser un secretario griego de uno de los conjurados... ¿Cómo es posible que nadie evitara que lo asesinaran en el edificio más importante de Roma?. Que veintitrés senadores lo apuñalaran uno tras otro sin que nadie interviniera", cuestionó.

Esta propuesta literaria está narrada en tercera persona, aunque sus "habitantes" comparten con el lector sus reflexiones sobre diversas cuestiones que acontecen durante su desarrollo, con diálogos, o con descripciones de batallas como la de Alesia, en las Galias, cuando los romanos liderados por Julio César vencieron a Vercingétorix, jefe de los arvernos; o la batalla naval de Accio, entre las flotas de César y la de Marco Antonio y su aliada Cleopatra, muy bien descrita.

"Julio César interviene mucho en la novela, de forma que se entiende por qué realiza determinadas reflexiones. Hay una interesante conversación que mantuvo con su esposa Calpurnia, antes de irse a la Curia de Pompeya, donde lo asesinaron esa misma mañana. La mujer tuvo un sueño y le dijo, no te vayas Julio, he soñado esto...". Pero aquel idus de marzo, el 15 de marzo de 44 a.C., día dedicado al dios Marte, asesinaron a este genio militar y política de la antigüedad.

Este viaje sobre el acontecer de la antigua de Roma realizado por Villanueva a través de este trabajo, tras consultar una nutrida documentación, también le ha servido para hablar del destino de los hombres, de sus vilezas y noblezas, de sus designios y de otras circunstancias vitales que lo vinculan con la realidad actual.

"Estoy haciendo un estudio, una reflexión sobre la fuerza del destino, de la determinación y la indeterminación. Es un elemento filosófico muy importante. Hago un desarrollo de los extremos de la bondad humana, de la lealtad a toda costa, de la infidelidad a costa de nada. A lo largo de la novela vas a encontrar muchas circunstancias humanas que hacen pensar".