Los videojuegos son una herramienta, ni buenos ni malos. El uso que hagamos de ellos es el que determinan las posibles consecuencias, y no al revés. Por esta razón, la Asociación Española de Videojuegos (AEVI) trabaja para tratar de desmitificar las vinculaciones negativas que se realizan usualmente de los videojuegos, entre otras cosas, insistiendo en la figura de los padres. "Tenemos que implicarnos, saber a qué juegan nuestros hijos y ponerles límites", remarcó el secretario general de AEVI, José María Moreno.

Siempre ha habido una parte de la sociedad que se agarra a un clavo ardiendo cuando de hacer críticas destructivas hacia los videojuegos se refiere. Uno de los casos es la reciente introducción de este tipo de entretenimiento al catálogo de adicciones por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Moreno, que acudió en la mañana de ayer como invitado a TLP Winter, criticó que esta decisión se haya tomado sin "base científica". "Preguntamos a la OMS por qué habían incluido los videojuegos en el catálogo de adicciones y no supieron respondernos", explicó.

"Queremos que se estudie si hay problemas para poder ayudar", insistió el director general, que explicó que desde la asociación llevan años desarrollando acciones de concienciación sobre el uso responsable de videojuegos.

Respetar los códigos PEGI, utilizar el control parental y hasta un programa de recomendaciones para la comunidad científica, educativa y los padres son algunas de las tareas que AEVI desarrolla para tratar de revertir la percepción social del videojuego.

A pesar de la preocupación general de la población, los 16 millones de videojugadores que hay en España pasan alrededor de 45 minutos al día enfocados a esta actividad de media. "No es tanto comparado con el resto de Europa", insistió el secretario general, pues en los países de nuestro entorno la cifra supera la hora.

Y es que en esto de los videojuegos "se suele hablar más de los aspectos negativos que de las características positivas que tienen", como recalcó Moreno. Se debe recordar que los videojuegos se utilizan actualmente para mejorar los diagnósticos de alzheimer y TDAH o en educación para enseñar el uso de las nuevas tecnologías, la capacidad espacial y otro tipo de herramientas desde edades tempranas.

Todo ello necesita el acompañamiento de un tutor que pueda dirigir el aprendizaje. Por esta razón, AEVI apuesta por la implicación de padres y tutores. Pero también se necesita el apoyo de las administraciones, tanto estatales como locales, como ya alerta AEVI en su Anuario 2018 del Videojuego.

De hecho, la asociación tiene la vista puesta en poner en marcha una hoja de ruta para el sector, ya que "cualquier avance debe hacerse sobre la base de la colaboración tanto pública como privada". En este sentido, Moreno concluyó que se necesita "una implicación verdadera" en la que las administraciones dejen de enfrentarse y se pongan de acuerdo. "En España no hay ayudas fiscales al sector, mientras que Franca devuelve el 30% de la inversión y en Canadá este porcentaje alcanza el 40%".

las cifras

1.359 millones de euros facturó el sector el pasado año 2017. Los videojugos siguen siendo la primera opción de ocio audiovisual.

15,8 millones de jugadores en España. De estos, un 56% son hombres y un 44% mujeres, aunque este porcentaje sigue creciendo.

8.000 empleos directos en España es lo que crea el sector. Por cada uno de ellos, se crean otros 2,6 en otras industrias.

24,1% aumentó la facturación online, siendo la que más creció en 2017.