Apenas un puñado de fans a la entrada del Grand Iberostar Hotel Mencey, contados con los dedos, aguardaban ansiosos al mediodía de ayer hacerse con el autógrafo o un selfie de algún Jackson.

Recién llegados a la Isla, donde anoche ofrecieron un concierto que forma parte de la gira que conmemora sus 50 años sobre los escenarios, tres de los cuatro componente de este mítico grupo atendieron a los medios de comunicación en los jardines del hotel.

The Jackson 5, o simplemente J5, también llamados en sus inicios The Jackson Brothers y, posteriormente, The Jacksons, forman parte del Salón de la Fama del Rock and Roll y acreditan, a lo largo de su trayectoria, cinco álbumes y 18 temas que llegaron a la cima de los ránkings, con singles tan carismáticos como "ABC", "I want you back", "I''ll be there" y "Rockin ''Robin", entre otros.

Marlon (gorra roja) y Tito (sombrero de hongo negro) fueron los primeros en presentarse ante los medios. Poco después lo haría Jackie, mientras Jermaine, que por un problema en el aeropuerto londinense de Gatwick tuvo que tomar un vuelo nocturno desde Amsterdam, se encontraba descansando en su habitación.

Fue Marlon, el más dicharachero, quien abrió la conversación para manifestar que estaban "disfrutando de una isla maravillosa" y que, para ellos, "Tenerife representa un lugar especial, fantástico", más aún porque iban a actuar en el mismo lugar en el que lo hizo su hermano hace ahora 25 años.

Sobre Michael, el rey del pop tristemente fallecido, explicaron que "lo llevamos muy adentro; siempre está ahí, junto a nosotros, en nuestro corazón".

Precisamente, en sus conciertos suelen recordarlo a través de la música, con temas como "Blame it on the boogie", "Rock with you", "Gone too soon" o "Can''t let her get away", entre otros. Y para la cita de anoche recomendaban al público que llevara un calzado adecuado para el baile.

"Sobre el escenario somos un espectáculo; desprendemos una enorme energía", explicaba Marlon con particulares movimientos.

"La música es nuestra pasión; la sentimos y es algo así como nuestra sangre", respondía Tito con voz más grave.

Además, aseguran que no necesitan ensayar, ni tampoco preparan sus conciertos de una manera especial. "Esto es muy parecido a conducir una bicicleta, algo que nunca se olvida".