La familia Jackson era tan pobre que usaba el sonido de la lavadora para bailar. Pero el talento de sus hijos, Jackie, Tito, Jermaine, Marlon y Michael han logrado que sus nombres formen parte de la historia de la música. El mejor ejemplo fue Michael, quien rompió récords y se colocó como rey del pop del pasado siglo.

Hace 25 años, Michael visitó Tenerife y aquel concierto se ha querido celebrar ahora con otro ofrecido por los miembros de la saga. Como era de esperar, anoche las buenas intenciones superaron a los resultados. Y es que debe haber costado lo suyo vender una cantidad razonable de entradas.

El concierto reunió a un público de edad media, el que se supone que disfrutó de sus éxitos en los setenta y ochenta, aquella época dorada de la música disco en la que The Jacksons destacaban por sus bailes impecables, los trajes espaciales y los peinados afro. Hoy son más comedidos. Empezaron con el "Can you feel it", uno de sus últimos éxitos, y ya dejaron claro que siguen cantando igual de bien. Aunque no esté su hermano entre ellos. Y lo mejor, sin intentar imitarlo. Y terminaron con "Shake tour body to the ground".

El grupo tiene repertorio del que tirar: "Blame in to the boogie", "Rock with you", "Enjoy yourself", "Dancing Machine", sin faltar los de una época más infantil.

El de anoche fue un concierto inusual en la Isla, por la calidad y estatura musical de los protagonistas. En realidad se vivió una doble vuelta al pasado; pocos saben que el solista original era Jermaine, hasta que su hermano menor ocupó su lugar.

Pero los números seguían cuadrando y los éxitos, porque lograron sacar un puñado de canciones que los mantuvo en lo más alto de las listas. Hasta que Michael emprendió su carrera en solitario y desde entonces la familia solo volvió a cantar junta en la cena de Navidad. A partir de aquí ya todo es conocido. Tanto para lo bueno como para lo peor.