El artista turco Ahmet Günestekin llega a Madrid, por primera vez, para mostrar una selección de su obra en la galería Marlborough, con una muestra que gira en torno a la luz y que se inaugura hoy: "Estoy muy emocionado de estar en Madrid", ha asegurado el artista.

Bajo el título "Luz sobre luz", Günestekin (Garzan, región de Batman, 1966) recalará por primera vez en Madrid, hasta el 16 de febrero, con la que supone su segunda muestra en España, después de protagonizar una en la sede de Barcelona de la galería en 2015.

"Estoy muy emocionado de estar en España, en Madrid, y además es emocionante para mí porque España tiene grandes artistas", asegura Günestekin, artista que Marlborough también acogió en la feria de arte ARCO en la edición de 2017, y que se ha convertido en uno de los grandes nombres de la galería en Nueva York.

Autodidacta y con un trabajo repleto de referencias e imágenes que tienen que ver con las tradiciones literarias, míticas y sagradas de kurdos, turcos, armenios, árabes, griegos, iraníes o georgianos, Günestekin se instaló en Estambul en 1991, donde conoció el arte contemporáneo.

"Mi viaje artístico comenzó muy pronto", recuerda el artista que, además de lienzos y grandes instalaciones, realiza en los últimos años también tapices, alfombras, cerámicas y esculturas.

En 1997 abrió un estudio en el barrio de Beyoglu de Estambul, distrito en el que abrió sus puertas en 2015 el Günestekin Art Center, y en 2013 dio el salto a las exposiciones internacionales con la muestra individual "Momentum of Memory" en Venecia.

Ahora, expone por primera vez -y en solitario- en Madrid, con una selección heterogénea de sus trabajos y las técnicas que cultiva, desde las esculturas -primordialmente de calaveras-, hasta los lienzos, pasando por trabajos de ''patchwork'' -pequeñas piezas de tela unidos entre sí- cosidos a mano.

Piezas de gran tamaño en las que combina diferentes técnicas, como en "Cemberlitas Hill IB" y "Beyazit Hill IC", dos figuras cilíndricas con espejos en medio que reflejan al visitante, y que están rodeados por una espiral con fotografías de su país natal y palabras e imágenes de distintas culturas.

Y es que el artista de origen kurdo estructura su obra en torno a sus raíces culturales, con gran hincapié en la luz, protagonista de la muestra, y su núcleo primigenio, el sol.

"En todo mi arte, el sol es mi mayor referencia. El poder de la luz, el brillo, y también el color y la temperatura es muy visible en cada uno de mis trabajos de cada disciplina", comenta el artista.

El sol de Mesopotamia que baña las orillas del Tigris y el Éufrates protagonizan su obra, muy colorista y atenta también a las culturas del Mediterráneo y Anatolia.

Afamado documentalista, ese astro ya fue la musa de su documental "In Search of the Sun" (2005), fruto de una investigación muy extensa sobre las tradiciones de Anatolia.

Y en "Luz sobre luz", su fascinación por el sol sigue apareciendo en otras piezas como en la decimonovena de la serie "Journey to the Sun", donde también se aprecia su faceta dedicada al Op Art -arte óptico- y su gusto por la abstracción geométrica del pintor húngaro Victor Vasarely (1906-1977).

"La cultura en la que nací es la del este, soy de origen kurdo, así que soy muy consciente de mi propia cultura. Sin embargo, estoy muy familiarizado también con la cultura occidental", apostilla Günestekin.

Añade que, al producir su trabajo, usa bases de su propia cultura del este y lenguajes occidentales, además de cultivar otros géneros como vídeos de arte político, variante a la que regresa de tiempo en tiempo, consciente del poder transformador del arte en la sociedad.

"Los artistas por naturaleza están en contra de las violaciones de derechos humanas, de las vidas humanas y las culturas", recuerda este artista, que en 2018 inauguró su primera exposición retrospectiva, "Reflection and Resumption", simultáneamente en el Vsarely Museum, en el Janus Pannonius Museum y en el Zsolnay Museum de Pecs.