Ironía es una constante en las propuestas del artista guatemalteco Darío Escobar, quien expone una docena de sus obras en la galería Leyendecker de la capital tinerfeña hasta el 31 de enero.

La muestra, presentada bajo el título "La ironía de la coincidencia", reúna dos piezas escultóricas, una de ellas conformada por una docena de palos de billar "estratégicamente" suspendidos en el aire. Otra de las obras, "Sin título", realizada con madera, lino y pigmentos, colgada en una de las paredes de la sala, está integrada por nueve piezas inspiradas en las pinturas que se realizan en las carrocerías de los camiones en países como Colombia o Guatemala.

Otros cinco cuadros, de la serie "Pintura que no obedece al dibujo", son dibujos sobre papel que evocan determinadas formas geométricas, una de cuyas caras está pintada con un pigmento casi granate que ha sido obtenido de unas vasijas precolombinas, comentó Ángel Luis Cruz, director de Leyendecker, quien adelantó que parte de esta obra estará presente en su "stand" en la feria Arco 2019 y en otra que se va a celebrar próximamente en México.

Darío Escobar (1971), conocido por su esculturas, instalaciones, dibujos y pinturas, es un artista cuyo trabajo se caracteriza por la investigación de aspectos formales y conceptuales de los objetos y su función en las artes visuales. Para ello utiliza diferentes elementos producidos en masa, como bates de béisbol, balones o patinetes, para recrear una obra provocadora que mantiene un diálogo constante con la realidad de la cultura del consumo global.