En el lado oeste de Manhattan está construyéndose un barrio nuevo. Levantado desde cero, Hudson Yards es un triunfo de la cultura, el comercio y la cocina; una maravilla tecnológica que va a conseguir que Nueva York se reinvente una vez más como suele ser habitual en esta ciudad cada cierto tiempo.

En ese lugar donde las grúas vibran todos los días, los arquitectos Diller Scofidio + Renfro, en colaboración con Rockwell Group, están creando "The Shed" un centro cultural convertible, que se abre y se cierra en función del tiempo, diseñado para el desarrollo cultural de Hudson Yards con vistas a The High Line.

Se inaugurará esta primavera de 2019 y cuando esté completo, el edificio contendrá unos 52.000 metros cuadrados de espacio de exposiciones para instalaciones de arte temporales, conciertos, espectáculos y otras producciones culturales. Un edificio cultural multifuncional que se transforma de forma eficiente y rápida para adaptarse a cada representación cultural. Parece ser que servirá de sede también a varios eventos de alto perfil, incluida la Semana de la Moda de Nueva York.

El local cultural expandible de usos múltiples denominado "Cobertizo cultural" es una de las propuestas más radicales que ha surgido en esta parte de Nueva York. Su entrada principal estará ubicada cerca de High Line en West 30th Street.

Con la terminación de su enorme armazón de acero, The Shed, un vasto y versátil complejo cultural, está ya casi a punto de ser terminado. La intriga de verlo funcionar es cada vez más fuerte en todo el mundillo cultural de Nueva York, pues el edificio tiene un innovador diseño, de tintes industriales, que cuenta con una estructura de base permanente y una cubierta exterior telescópica que puede ser desplegada sobre la plaza contigua.

El concepto detrás de The Shed surgió de la comprensión de que muchos de los grupos culturales de Nueva York no tienen lugares que puedan albergar grandes audiencias. En consecuencia, la ciudad es propensa a perderse en espectáculos itinerantes debido a la falta de espacio de exposición disponible. Para remediar esto, The Shed será una especie de Kunsthalle, un lugar cultural sin colecciones permanentes. En su lugar, proporcionará un hogar para espectáculos temporales, ferias y conciertos.

Planeado para ser construido a los pies de un rascacielos residencial también diseñado por Diller Scofidio + Renfro y Rockwell Group, el nuevo local contará con tres galerías de arte flexibles, coronadas por un área abierta en la azotea equipada con una cafetería y espacio de exposición al aire libre (o no) adicional. Lo que realmente distingue a este proyecto, sin embargo, es el dosel retráctil de más de 42 metros de alto que se mueve y cubre el edificio o la plaza en función de lo que se necesite. Es como un intrigante gigante de hierro y vidrio que puede deslizarse sobre las pistas y encerrar una parte de la plaza frente al edificio, creando un salón temporal que puede albergar desde eventos de gastronomía hasta conciertos. Cuando no es necesario, el dosel se retira educadamente sobre el edificio y devuelve la plaza al público.

Los promotores de Hudson Yard tienen el sueño de convertir este barrio antes conocido solo por albergar las cocheras y talleres de la Metropolitan Transportation Authority, o sea, por ser un antiguo barrio industrial, en un paraíso donde todo el mundo quiera vivir. Pero como no solo de viviendas vive el hombre y la mujer, este jardín del Edén tendrá 16 rascacielos entre los que se encontrará 30 Hudson Yards, también conocido como la Torre del Norte y será el tercer edificio más alto de New York con 395 metros de altura, tiendas y restaurantes a tutiplén y además Hudson Yards será el barrio de la región metropolitana con mejores conexiones de transporte, con conectividad garantizada, podremos acercarnos a él en metro, en tren, a través de la West Side Highway, el Lincoln Tunnel o en los transbordadores que pasean a lo largo del río Hudson. O sea que no será difícil llegar hasta allí la próxima vez que tengamos la suerte de visitar Nueva York.