Hoy, 5 de febrero, se cumple el centenario del nacimiento del notario e historiador tinerfeño Marcos Guimerá Peraza (1919-2012), una figura reconocida dentro y fuera de Canarias por su aportación a la historia política del Archipiélago, en especial por su trabajo sobre el pleito insular, así como por su bibliografía en el campo del derecho, donde destacan sus aportaciones sobre las aguas canarias y la moral profesional.

Nacido en Santa Cruz de Tenerife y descendiente del dramaturgo catalán Ángel Guimerá, Marcos Guimerá dedicó gran parte de su vida a su faceta como investigador, aportando un copioso patrimonio para el conocimiento de Canarias, sobre todo en el derecho y la historia. Su extensa producción cultural ha quedado plasmada en más de un centenar de publicaciones. Estudió las primeras letras y el Bachillerato en el Colegio San Ildefonso de la capital tinerfeña, regido entonces por los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Finalizada la etapa escolar, ingresó en la Facultad de Derecho en la Universidad de La Laguna, estudios que finalizó tras la interrupción obligada de la Guerra Civil. Tras opositar a notarías, obtuvo su primera plaza en Güímar, a la que le siguieron las notarías de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, jubilándose en 1989.

Enamorado de las letras, a lo largo de 40 años publicó numerosos trabajos jurídicos e históricos, entre los que destacan artículos en periódicos y revistas, así como libros sobre derecho centrados en aspectos como la propiedad del agua en Canarias, la letra de cambio, la moral y secreto profesional del notariado y la prenda agrícola. Pero Guimerá Peraza destacó especialmente en el análisis de las figuras políticas más importantes del siglo XIX y XX en las Islas, entre las que cabe resaltar a José Murphy, político tinerfeño que consiguió la capitalidad única de las Islas Canarias para Santa Cruz de Tenerife, germen del denominado pleito insular, desarrollado por Guimerá en un libro de 600 páginas. Este trabajo recoge la historia de las luchas inter e intra insulares por la capitalidad y la división del Archipiélago, asuntos que siguen hoy de plena actualidad. Otros políticos a los que analizó fueron Nicolás Estévanez, Antonio Porlier y Bernabé Rodríguez Pastrana.

Nunca se jubiló de su rol de historiador: su último libro lo publicó a finales de 2010 con 91 años. Se trataba de una biografía de Esteban Salazar de Frías y Ponte, octavo conde del Valle de Salazar (1845-1905). Guimerá Peraza perteneció a varias instituciones canarias como el Museo Canario (Las Palmas de Gran Canaria), el Instituto de Estudios Canarios (La Laguna) y a la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife. También fue académico de la Real Academia de la Historia.

Su fecunda labor investigadora ha permitido conocer y realzar la historia política y administrativa de nuestro Archipiélago. Marcos Guimerá ofrece con su vida y obra un ejemplo de unidad entre las Islas, y así fue reconocido por instituciones políticas y civiles de ambas provincias canarias.

Entre los muchos reconocimientos que avalan su aportación al conocimiento, destacan la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort (1977), la Medalla de Oro de la Isla de Tenerife (1983); la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio (1997), Hijo Predilecto de Santa Cruz de Tenerife (1999), Premio Canarias en la modalidad de Patrimonio Histórico (2002) e Hijo Adoptivo de Gran Canaria (2008).