Chile acude este año a la Berlinale con la la cinta "Lemebel", de Joanna Reposi, como plato fuerte, el ya consolidado Sebastián Lelio como miembro del jurado, una representación de sus talentos emergentes, y el claro objetivo de consolidarse como "socio estratégico" del festival en el ámbito de la coproducción.

En una entrevista, Constanza Arena, directora ejecutiva de CinemaChile, subrayó el orgullo que supone para la agencia de promoción internacional del cine y de la producción audiovisual, acompañar a Reposi "en este camino que recién comienza de viaje con este peliculón" que celebra hoy su estreno internacional.

La cinta aborda la figura de Pedro Lemebel (1952-2015), "uno de los grandes poetas, artistas y activistas sociales en épocas muy duras" en Chile e icono del movimiento LGTB, "retratado íntimamente" por Reposi, "directora, amiga y cercana" del protagonista.

Para Arena, este documental es "una historia necesaria no sólo para Chile, sino para todo el mundo", que permite conocer a un activista y una persona clave políticamente que, "en una sociedad tan conservadora, hizo de su vida privada y de su obra un movimiento de lucha contra la represión en todos su niveles".

Por otra parte, Arena dijo ver sentido en el hecho de que Lelio forme parte del jurado "cuando sus películas han sido acogidas por la Berlinale y han impulsado su carrera de una manera tan magnífica y fantástica", como sucedió con "Gloria" y "Una mujer fantástica".

Con "Gloria" compitió en 2013 y su actriz principal, Paulina García, se llevó el Oso de Plata, mientras que "Una mujer fantástica" le aportó en 2017 otra Plata, en esa ocasión al guión, que le allanó el camino al Oscar a la mejor película de habla no inglesa.

Chile llega asimismo a la Berlinale con sus jóvenes talentos como "muestra representativa" de que el cine chileno es "promisorio, emergente, diverso y en permanente renovación", agregó.

Así, se proyectan tres cortos, "Héctor", de Victoria Giesen; "Shakti", de Martin Rejtman, producida por Argentina y Chile; y dentro de la sección Generation de cine infantil y juvenil, otra coproducción "City Plaza Hotel", dirigida por la chilena Violeta Paus y Anna Paula Hönig.

Además, Chile cuenta con tres proyectos en el Coproduction Market, una iniciativa para fomentar las coproducciones cinematográficas que discurre paralelamente al festival.

Para la directora ejecutiva de CinemaChile, éste es "un muy buen año", porque el país acude con una muestra muy clara de Chile como "socio estratégico" en la coproducción.

Como ejemplo, puso el filme "Divino Amor", del brasileño Gabriel Mascaró, que se proyecta en la sección Panorama, la segunda en importancia del festival, y en la que la compañía chilena Jirafa está implicada a nivel artístico y financiero.

Según Arena, Chile cuenta con unas redes establecidas para aumentar los presupuestos de las películas, pues sólo con un fondo nacional y algún socio privado, una cinta chilena a lo sumo lograría una financiación de 500.000 dólares.

En el caso de las coproducciones se puede alcanzar un presupuesto de entre 850.000 y 1.500.000 dólares, el equivalente a la media de los costes de producción de una película chilena de los últimos años, precisó.

La alianza es necesaria, dijo, porque el fondo audiovisual chileno, "semillero del talento de lo que es el cine chileno ya reconocido, no alcanza para tanto director, tanta producción".