El Canarias afronta hoy, desde las 11:30 horas, en el Pabellón Santiago Martín, un partido de los que hay que calificar de trascendental, pues el valor de la victoria se multiplicará por dos para los de Alejandro Martínez, que superarían en un triunfo a la escuadra sevillana que entrena Aíto García Reneses, además de disponer del basket-average particular.

El Cajasol llega a la Isla compartiendo guarismos (7 victorias y 12 derrotas), además de protagonizar reacciones paralelas, pasando unos y otros de ocupar las últimas posiciones a tener actualmente a cuatro equipos por debajo en la clasificación de la Liga Endesa.

El choque de esta mañana requiere de grandes esfuerzos, tanto por parte de quienes saltarán al parquet como de quienes se den cita en las gradas del Santiago Martín. Jugadores y técnicos deben ofrecer esa imagen guerrillera que lo ha llevado a cosechar el triunfo en las cinco últimas citas en casa ante Lagun Aro (93-78), Valladolid (74-68), Manresa (81-78), UCAM Murcia (80-68) y Estudiantes (84-79). Sumar la sexta consecutiva sería establecer un nuevo récord de los canaristas en la máxima competición nacional.

Agresividad a la hora de defender la canasta y asegurar el rebote será determinante en el desarrollo del juego. Igual que tratar de "secar" a los hombres más peligrosos del perímetro, los artilleros desde el 6,75 Luka Bogdanovic, Brian Asbury y el joven internacional español Joan Sastre, e impedir que sus bases se sientan cómodos a la hora de dirigir el ataque de los suyos.

El Cajasol posee centímetros en su interior, de ahí la necesidad de que los hombres que ponga en pista el "coach" rindan a un alto nivel y sean dueños de la "pintura", faceta en la que la defensa zonal aurinegra suele resultar determinante.

También habrá que pedirle a los aurinegros acierto ofensivo y que ese descaro que caracteriza a la "fiebre amarilla" se vea acompañado de la misma efectividad que se ha visto a lo largo de los entrenamientos de la semana.

La grada volverá a ser clave. Si los tambores de guerra de las peñas se oyen en Garachico o en Santiago del Teide y los 4.000 se dejan sentir en los buenos y malos momentos, las opciones de cosechar la octava victoria se multiplicarán.

Hoy, 3 de febrero, debe ser otro gran día para el basket tinerfeño.