La sociedad que anoche formaron Leo Messi y David Villa dio la victoria al Barcelona contra el Rayo Vallecano (3-1), en un partido muy entretenido en el que la mayor pegada de los azulgranas resultó decisiva ante un equipo que, pese al resultado, no le perdió en ningún momento la cara al choque. No podía haber mejor rival para que el Barça superara la resaca europea que el Rayo. Un conjunto valiente, bienintencionado, que juega y deja jugar y al que el conjunto azulgrana ha goleado con asiduidad los últimos dos años.

Además, a los de Paco Jémez le falta un "9", un asesino del área que pueda poner en jaque a toda la defensa contraria. Y esa carencia de gol siempre se acaba pagando. Pese a todo, al Barcelona se le vio cómodo durante toda la noche. Porque el conjunto madrileño le dejó crear, le retó a un partido de ida y vuelta, a un intercambio de golpes del que los azulgranas es difícil que resulten perdedores. Messi y David Villa protagonizaron goles y asistencias que pusieron el partido muy favorable desde la primera mitad.