Histórica victoria del Canarias ayer en Madrid. Histórica y merecida. Ya en la primera vuelta el grupo de Alejandro Martínez estuvo a punto de ganar al equipo de Pablo Laso. Ayer se cobró, con creces, aquella desilusión.

El partido no había comenzado bien con la inesperada baja de última hora de Blagota Sekulic. Controlar el rebote era uno de tantos objetivos a cubrir para poder ser competitivos. Sin el montenegrino, las posibilidades de ganar ese tangible parecían reducirse. No fue así. La participación de Richi fue, de nuevo, espectacular. Juega poco y cada vez que lo hace está al ciento por cien de sus posibilidades. Inmenso, también, otro no habitual como es Chagoyen. En trece minutos hizo diez puntos y capturó cuatro rebotes. Jakim y Lampropoulos también sumaron mucho. Al final, sorprendentemente, el Canarias ganó la partida en rebotes y eso fue determinante para ganar.

Por fuera también estuvo muy brillante el equipo. Se volvió a recuperar la mejor versión de Úriz, que repartió hasta siete asistencias, y se consolida la presencia en las rotaciones de Carles Biviá. Ayer convirtió dos triples en momentos decisivos del partido. Levi dio un recital de juego ofensivo. Saúl Blanco y Richotti sumaron mucho protagonismo.

Este equipo sigue agotando los calificativos. Con lo que parece poco están haciendo mucho. La gesta de ayer se acerca a lo más parecido a lo imposible. Ellos lo hicieron posible. Es una hazaña. Va a tener mucha más repercusión que las nueve victorias anteriores, pero no ha sido un triunfo dentro de la nada. Esta plantilla sigue avisando que, a medida que avanza la competición, da pasos hacia delante.

Y lo hace movida por una ilusión y con un vestuario muy unido liderados por un entrenador que se sigue doctorando en el manejo de grupo. Pero, al mismo tiempo, no se le puede dejar de reconocer el mérito deportivo. Sería muy injusto hablar solo de actitud. Para ganar al Madrid no basta la ilusión, hay que hacer baloncesto y, este equipo, cada jornada que pasa, hace mejor baloncesto. Ayer lo bordó. Enhorabuena