Todos los componentes del CAI Zaragoza no quieren irse de vacaciones y para ello necesitan derrotar en su visita a la pista del Valencia Basket, con lo que elevarían su listón deportivo a la vez que engrandecerían todavía más la histórica temporada que están protagonizando en la Liga Endesa.

Los zaragozanos han pasado de la nada al todo en sus dos primeros partidos de la historia en los play-off por el título, con una apabullante derrota (80-42) en tierras valencias y una épica victoria en casa (122-120), y en el tercer y definitivo partido de cuartos de final intentarán ofrecer su mejor imagen para hacerse un hueco en las semifinales.

El equipo de José Luis Abós tuvo que emplear hasta el último gramo de sus fuerzas para superar a los naranjas en el segundo partido, en lo que debe ser el ejemplo a seguir para hacer realidad su sueño de medirse en semifinales al todopoderoso Real Madrid, único equipo que ya ha resuelto favorablemente esta primera eliminatoria.

Los rojillos deberán dar una nueva vuelta de tuerca a su juego, tanto en la intensidad como en la dureza, porque saben que todo el pabellón Fuente de San Luis estará en su contra y a los escasos aficionados que lleven la camiseta del CAI apenas podrán distinguirlos entre la marea naranja.

En los cuarenta minutos que quedan por delante, al margen de las posibles prórrogas, el técnico zaragozano tratará de exprimir al límite a sus jugadores, una vez chequeados cómo se encuentran con poco más de 48 horas de descanso tras la dura batalla vivida el domingo en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza.

La recuperación completa de todos los componentes de la plantilla es el primer escalón a superar por el conjunto maño para encarar el que no quieren que sea su último partido de la temporada, porque varios jugadores ya advirtieron sus intenciones al comienzo de la eliminatoria al asegurar que "era un premio estar en play-off, pero más premio es llegar a semifinales".

El conjunto zaragozano intentará volver a ser un sólido bloque porque más que de sus individualidades de donde obtiene su rendimiento óptimo es del trabajo en equipo, de hecho en el segundo partido de los nueve jugadores que utilizó Abós solo dos tuvieron una valoración inferior a diez, y seis de ellos se situaron entre los quince y los veintiún puntos.

El zaragozano ya dejó claro al finalizar el segundo partido que en la liga regular los veintiún triunfos que consiguieron no fueron "por casualidad" y si han sido capaces de forzar el tercer partido es "por la mentalidad de los jugadores, el tener el hambre de querer crecer cada día y de mejorar".

En lo que tampoco tiene ninguna duda es en la dificultad de este tercer y último partido de la eliminatoria al que llegan, tras haber caído derrotados en los cuartos de final de la Copa del Rey ante Laboral Kutxa y en el primero ante Valencia Basket, "con la lección aprendida, porque teníamos que aprender la lección de la Copa, la lección de nuestra inexperiencia en el play-off del primer día y ahora creo que vamos a ir de otra manera".