Miguel Concepción confirmó ayer que los abonos del Tenerife sufrirán una lógica subida para adaptarse a la nueva categoría. "Estamos trabajando en el tema de los precios", desveló el presidente, que pretende presentar la campaña "a final de este mes". El objetivo de la entidad blanquiazul será que "sean lo menos gravosos posibles para nuestros abonados". Sin ofrecer más datos, adelantó que "estaremos sobre el nivel de otros clubes de Segunda A".

Además, los que se han mantenido fieles en estos dos años de Segunda B tendrán premio: pagarán lo mismo que en la temporada 10-11, la última de los insulares en la categoría de plata: 380 euros en tribuna, 245 en San Sebastián, 210 en Herradura y 125 en Popular. Los que se reincorporen en el retorno al fútbol profesional o sean nuevos tendrán que afrontar un precio superior. "La situación está complicada para todos, pero también para el club porque el presupuesto tiene que subir, ya que todos los gastos se incrementan", se defendió Concepción, que trabaja en una negociación con La Caixa para que los aficionados puedan acceder al pago fragmentado de los pases sin abonar intereses por ello.

Será una de las principales fuentes de ingreso del Tenerife para el próximo ejercicio, además del recuperado contrato de televisión con Canal Plus. "Estamos trabajando ya en el presupuesto de la próxima temporada", admitió Concepción, que dio prioridad a "saber hasta dónde podemos llegar para luego transmitir a nuestros acreedores la situación tal y como es". A continuación, "empezarán las reuniones con ellos para negociar y esperamos llegar a acuerdos satisfactorios". En este sentido, el presidente está convencido de "la buena predisposición de los acreedores como La Caixa" y aguarda también señales positivas "de la Seguridad Social y tanto de la Hacienda estatal como de la canaria".

Reconociendo que "el ascenso le da mayor estabilidad al club", Concepción recordó que existe "una deuda importante, sobre 20 millones de euros, que nos lastra bastante", un mensaje que parecía destinado a esos acreedores que deben aceptar quitas o una mayor flexibilidad en los plazos de pago del Tenerife.