El Valencia Basket recibe mañana, en la segunda jornada de la primera fase de la Eurocopa, al Ratiopharm Ulm alemán con la intención de lograr un triunfo que le permita comenzar a abrir brecha en la clasificación.

El equipo valenciano se impuso en la primera jornada en la cancha del Paris Levallois, mientras que el Ulm se impuso como local al ASVEL Villeurbanne. El tercer equipo de los seis que componen el grupo que ganó fue el Union Olimpia Liubliana esloveno.

Un triunfo del Valencia unido a una derrota del equipo esloveno en la pista del ASVEL dejaría al conjunto de Velimir Perasovic como líder en solitario del grupo C y allanaría su camino hacia la segunda fase.

Desde que se conocieron sus cinco rivales en esta primera fase, el club tuvo claro que era un grupo asequible pero que no le permitiría relajarse y que asegurar los cinco encuentros como local era la base de la clasificación.

Una nueva victoria daría además continuidad al trabajo realizado por el conjunto valenciano, que tras imponerse con solvencia en Paris, firmó una contundente victoria en la Liga Endesa ante el Gipuzcoa Basket, en un choque en el que exhibió su capacidad defensiva y facilidad para contraatacar.

Eso sí, en la entidad creen que aún hay mucho margen de mejora, especialmente para jugadores como Vladimir Lucic y Justin Doellman, que han sufrido lesiones esta pretemporada, y para otros como Oliver Lafayette, que aún no ha acabado de adaptarse al ritmo de la competición española.

Enfrente, tendrá a un equipo que ha perdido a su gran referente de las últimas temporadas, el pívot californiano John Bryant, pero que mantienen un carácter claramente estadounidense, pues ocho de los 15 jugadores de su plantilla son de aquel país.

El base Per Guenter es el alemán con mayor protagonismo, aunque en principio, las principales referencias son los norteamericanos Edgar Sosa, Cameron Long y Adam Hess, por fuera y Trent Pleisted, Matt Howard y Keaton Nankivil, por dentro.

Para este encuentro, el club sólo ha comunicado que mantiene la baja del escolta catalán Pau Ribas, que sufrió un esguince en el tobillo izquierdo hace ahora diez días y aún estará al menos una semana más de baja.