El Cajasol afrontará mañana un nuevo partido de la Liga Endesa con la intención de lograr un triunfo que le mantenga inmerso en la lucha por clasificarse entre los ocho primeros a la conclusión de la primera vuelta, aunque jugará en una cancha complicada como es la del Iberostar Tenerife.

El equipo sevillano, tras perder en la jornada decimotercera como local ante el potente Valencia Basket, segundo clasificado del torneo, ahora se mide como visitante a un rival que, con ocho triunfos y cinco derrotas, lucha para estar entre los cuatro primeros de la tabla y beneficiarse de los cruces en la Copa del Rey que se disputará el próximo febrero en Málaga.

El Cajasol, con seis triunfos y siete partidos perdidos, tiene cuatro jornadas por delante -hasta la conclusión de la primera vuelta- para meterse en el grupo de los que estén en Málaga, en un objetivo común de muchos debido a lo apretado de la clasificación.

Los del técnico Aíto García Reneses, pese a la última contundente derrota (77-95), no ofrecieron malas sensaciones ante el Valencia y se trasladan a Tenerife con la ilusión de dar la sorpresa.

La expedición sevillana ha viajado hoy a las islas Canarias y se ejercitará en el pabellón Santiago Martín, escenario del encuentro, tanto en esta jornada como en la matinal de mañana, con lo que cerrará la preparación del choque que se disputa por la noche.

García Reneses viaja con todos sus efectivos, incluido el alero estadounidense Marcus Landry, quien jugará el tercer partido como jugador del Cajasol, primero como visitante, tras ocupar la baja de también estadounidense Latavious Williams, que estará inactivo entre cuatro y seis meses debido a una fractura en el peroné y un desgarro completo del ligamento deltoideo.