El Real Madrid buscará mañana su vigésima séptima victoria consecutiva ante el CAI en Zaragoza, una ciudad talismán para el cuadro blanco.

El pabellón zaragozano se puede decir que es talismán para el equipo madridista, que ganó allí el año pasado su primera Supercopa Endesa o consiguió su última Euroliga al vencer en la final de la campaña 1994-95 al Olympiacos heleno.

En la Liga anterior el Real Madrid también tuvo que pasar por Zaragoza. Fue en semifinales. Venció en el Palacio de los Deportes los dos encuentros y superó en el tercero al CAI con claridad para plantarse en la final (luego sería campeón).

Los madridistas pretenden prolongar su estado de gracia. No solo quieren alargar su récord a 27 triunfos seguidos, sino que intentarán igualar su mejor arranque liguero con catorce victorias y situarse a una del Barcelona en 2009-10.

Lo peor para el conjunto blanco es que apenas ha tenido opción de descansar unas horas tras inaugurar este jueves su andadura en el ''Top 16'' de la Euroliga en Belgrado ante el Partizan (64-80), que fue un rival muy exigente.

Sin tiempo apenas para nada, el equipo de Pablo Laso, no obstante, encara este compromiso con la misma mentalidad ganadora ante un rival ambicioso y complicado con el que, pese a todo, no pierde desde la temporada 2010-11.