Empate a todo entre dos equipos de distinto nivel. O sea, que el primer mérito del que menos poderío tiene fue igualarse con su rival. El Tenerife contuvo al Sporting, que es el mejor equipo que ha pasado por el Estadio esta temporada, le atacó, especialmente en la primera parte, y estuvo muy cerca de ganarle. Todo en el contexto de un partido intenso, divertido, con fases de ida y vuelta y suficientes ocasiones claras para empatar a lo grande.

Hubo distintas fases de juego y de predominio, pero en todas ellas dio la talla el Tenerife.

Le costó más al principio, porque tuvo que defender replegado y sin casi nadie liberado para hacer una ayuda de medio campo hacia atrás, empujado por un Sporting que atacó con muchos efectivos. Los asturianos juegan 4-3-3. Los de arriba son jugadores físicos, altos, de buena técnica, muy dinámicos y mantienen a la línea de cuatro defensas en tensión... pero también de los tres del medio dos se suman continuamente al ataque: Barrera y Serrano, además de la subida alternativa de uno de los laterales. Tanta presencia de los rojos fue hundiendo a los volantes locales hacia su área y el Tenerife encontró problemas para llevar a cabo el que parecía su plan preestablecido: pararlos más arriba, robar y salir en velocidad. Bastante hizo con mantener el empate a cero, hasta que empezó a encontrar algún desahogo. El Sporting tuvo más sensación de peligro que ocasiones reales, aunque pudo marcar a balón parado (20''), cuando Ricardo sacó de cabeza bajo el travesaño.

Pasado el cuatro hora, el Tenerife avisó. Fue en el 18'', en la primera de la docena de jugadas que dejaron patente la superioridad de Suso sobre Canella. El centro al área del ayer capitán blanquiazul casi lo envía a gol Ayoze. En realidad, el hecho de que el Sporting terminara las jugadas de ataque con más de la mitad del equipo vencido arriba era un hecho que se convertía luego en un filón para Suso, que siempre jugó mano a mano con Canella, descubierto por delante. Es la penitencia de aceptar un ida y vuelta y descolgar a mucha gente por delante de la pelota, pero el Sporting quiere subir así. Cuestión de estilo.

Desde que Suso empezó a entrar por el costado derecho y a llevar la pelota hasta la línea de fondo, el Tenerife estiró más el partido y encontró situaciones de ventaja en el área. Este, que fue otro tramo diferenciado del encuentro, deparó una cascada de ocasiones de gol, que tuvieron como actor principal a Ayoze. Antes llegó la más clara de los visitantes, en un regalo de Raúl Llorente a Jara (30''). El lateral blanquiazul cerró bien un largo cambio de orientación visitante, pero luego dejó muy corta su cesión a Roberto. Santi Jara se metió por medio, dribló a Roberto y remató sobrado, a meta vacía, pero el balón se estrelló en el poste antes de irse fuera. Fue la última noticia ofensiva de los asturianos, que llegaron vivos al descanso de milagro. Ayoze les perdonó la vida dos veces seguidas: en la primera recibió de Aitor Sanz en el área, encaró a Cuéllar y golpeó mal el balón, que se marchó fuera, muy cruzado (33''), y solo cinco minutos después, otra vez el canterano disfrutó de una ocasión clamorosa. Casi se la fabricó él, recibió de Suso, recortó en el área y disparó a dos metros de Cuéllar, pero el portero desvió el balón a córner.

La segunda parte fue otra cosa. Aquella carrera vertiginosa de la primera parte se convirtió en algo más plano, sin más opciones de gol que las que nacieron de errores puntuales y muy esporádicos, como la pérdida de balón de Ricardo en el medio cuando cerraba en el balance defensivo, que permitió una galopada de Lekic culminada con el remate de Scepovic para lucimiento de Roberto (14''). El Sporting dio un paso atrás, pareció cansado de tanta carrera e invitó al Tenerife a idear con la pelota. Los blanquiazules no encontraron espacios. Cristo se metió por dentro para darle fútbol al equipo, Llorente ganó la banda hasta tres cuartos y Aridane se ofreció más atrás para darle continuidad al toque, pero la presencia del grancanario en esa tarea perdió función útil. Álvaro lo vio claro y cambió (19''), metió a Luismi Loro por Cristo, abrió a Ayoze a la izquierda y adelantó a Aridane a su sitio natural. Poco después, retiró a un agotado Ricardo y dio entrada a Rivero, porque el partido estaba para jugadores de posesión, reducido al campo defensivo visitante y carente de las grandes emociones de la primera parte. Pero el guión del partido estaba por completar. Faltaba el último acto. El árbitro convirtió una falta al borde del área local en una escabechina de tarjetas y dejó al Tenerife, de manera innecesaria, con un jugador menos. Álvaro metió a Alberto por Bruno -no era día para otros experimentos- y al retirar a Suso dejó a Luismi Loro en la derecha. El Sporting, que había dado entrada a Hugo Fraile buscando el dinamismo que le faltaba ya a los demás, solo dio un paso táctico adelante cuando ya no había tiempo. Puso a Guerrero (90'') y se echó arriba con todo, pero, como le sucedió al Tenerife en su rato bueno de la primera parte, perdonó su opción de ganar. Scepovic cogió un balón de segunda jugada, se quedó solo ante Roberto y cruzó demasiado. Era el minutos 91 y sirvió como colofón para un partido grande cerrado con un empate justo.

El Sporting mostró la imagen de un gran equipo, rápido, atrevido, fuerte físicamente y con dos delanteros poderosos; el Tenerife le hizo cara, alternó fases en las que incluso fue mejor, pero a ambos les falló el remate. Hay empates, como este, que deberían valer más.

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Tenerife: Roberto, Moyano, Bruno, Carlos Ruiz, Raúl Llorente; Aitor Sanz, Ricardo; Suso, Aridane, Cristo Martín y Ayoze. En la segunda parte, a los 19 minutos, Luismi Loro entró por Cristo Martín; a los 29, Rivero sustituyó a Ricardo, y en el 38, Alberto entró por Suso.

Sporting: Cuéllar (2); Luis Hernández (1), Bernardo (1), Mandi (2), Canella (0); Sergio Álvarez (1); Barrera (2), Serrano (1); Santi Jara (1), Scepovic (1) y Lekic (1). En el minuto 55, Carmona (1) entró por Serrano; en el 81, Hugo Fraile (s.c.) por Barrera y en el 90, Guerrero (s.c), por Luis H.

Árbitro: David Medié Jiménez (0). Catalán. Estropeó su actuación de forma innecesaria. No había tenido un criterio equilibrado en el uso de la tarjeta amarilla, pero terminó de perder los papeles cuando, con el juego detenido, sacó cuatro tarjetas a los componentes de la barrera del Tenerife, una de ellas para Bruno, que fue expulsado porque ya había visto la amarilla en la falta que dio origen a esa barrera. Fue un show que pudo haberse evitado. Tuvo el juego parado tres minutos -que luego no incluyó en el descuento- y amonestó a Bruno (76'' y 79''), por lo que vio la roja, Suso (77'') y Aitor Sanz (79''), todos en la misma jugada. Además, vieron amarilla Moyano (19''), Ricardo (59'') y Raúl Llorente (73''). Del Sporting fueron amonestados Serrano (28'') y Bernardo (87'').

Incidencias: Partido de la vigésimo primera jornada de Segunda División, Liga Adelante, disputado en el Heliodoro Rodríguez López ante 10.996 espectadores. Tarde agradable y terreno de juego en buenas condiciones. El Sporting vistió completamente de rojo. Su entrenador, José Ramón Sandóval, vio el partido en una cabina de prensa.