Keita Balde, un joven delantero con pasaporte senegalés que nació en Gerona y que está brillando en el Lazio italiano, trata de obtener la nacionalidad española, con lo que se convertiría en jugador comunitario y podría entrar en los planes de los seleccionadores nacionales.

Según informaron fuentes próximas al futbolista, se están acelerando las gestiones burocráticas, tanto desde Italia, como presencialmente en Madrid, para obtener la nacionalidad.

Keita, hijo de inmigrantes senegaleses nacido el 8 de marzo de 1995 en Arbucias, no posee la nacionalidad española. Sus padres no hicieron en su día las gestiones oportunas, al contrario que posteriormente con su hermano.

Angelo Cascella, abogado de Keita, experto de derecho deportivo y árbitro del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), informó de que trata de que consiga la nacionalidad por carta de naturaleza e indicó que es un caso claro porque "ha nacido y vivido siempre en España" hasta que se marchó al Lazio.

Han pasado tres años desde que presentó por primera vez la solicitud al ministerio de Justicia sin respuesta alguna, aunque Cascella espera que definitivamente se desbloquee la situación y Keita pueda hacerse de una vez con la nacionalidad.

Keita deslumbró desde pequeño en la cantera del Barcelona, pero una broma a un compañero en un torneo en Catar le costó que el club azulgrana lo cediera al Cornellá.

También destacó en este club, que se hacía con parte de sus derechos. Keita, que había alcanzado el medio centenar de goles, no quiso volver al Barcelona y aunque interesaba a grandes clubes del continente finalmente se incorporó en 2011 al Lazio.

En cuanto a podido jugar, tras pasar por el filial, no ha tardado, pese a su juventud, en hacerse un hueco en el primer equipo del Lazio, con el que ya ha participado en diecisiete encuentros, en los que ha marcado cuatro tantos.

Su progresión ha sido constante, sus actuaciones a gran nivel y por momentos brillantes, incluido en la Liga Europa hasta que el Ludogorets búlgaro acabó con el Lazio, y sus posibilidades no han pasado por alto para el cuerpo técnico de la Federación Española de Fútbol (RFEF), pendientes también de cómo evoluciona el proceso burocrático.