Isidoro San José (Madrid, 1955), defendió la camiseta del Real Madrid durante diez años entre 1976 y 1986. A lo largo de todo ese tiempo ganó seis Ligas, cuatro Copas y dos UEFAS, pero hubo una temporada, la 1983/84, en la que perdió cinco títulos en el último suspiro.

Una de ellas fue la Copa del Rey que ganó el Barcelona de Maradona y Schuster. En un partido muy duro, un gol de Marcos Alonso decidió un partido que perdió el Real Madrid en el último minuto. En una entrevista con EFE, San José recordó aquel día que finalizó con un par de cortes de manga de Schuster, que, aseguró, "se habrá arrepentido" de haber hecho aquel gesto tras el gol de la victoria del cuadro azulgrana.

Pregunta: La temporada del Real Madrid, la de aquella final de 1983, ¿Fue la peor para usted por los cinco subcampeonatos?

Respuesta: Al contrario. Fue una de las mejores temporadas de mi carrera. Creo que dentro de lo bueno o de lo malo, jugar cinco finales y no ganar ninguna, no es lo mejor, pero es cierto que la lectura de llegar a cinco finales no es fácil para ningún equipo. Fue una temporada que pudo ser aún mejor pero no me quejo de ella.

P: ¿Le recuerdan mucho eso? ¿Puede ser molesto lo de los cinco subcampeonatos?

R: No, la verdad es que lo recuerdo con relativo amargor, pero dentro de una alegría. ¿Qué otros equipos han llegado a esas situaciones? Tener opciones a cinco títulos, muy pocos lo han conseguido. Fueron pequeños matices. Teníamos un equipo muy competitivo, con mucha gente de cantera o desconocida. Pero hicimos una temporada fantástica, muy, muy buena.

P: Di Stéfano era el entrenador. Ese carácter que él tiene... ¿Pudo ser el técnico más duro y exigente que tuvo?

R: El fútbol, o los jugadores del Madrid, en esos tiempos no teníamos la necesidad de que nos exigieran. Eso venía en el ADN de cada jugador. El que venía a este equipo y se ponía la camiseta entraba dentro de esa filosofía. Alfredo tenía un carácter ganador y eso también ayudaba. Lo más importante es que todos sabíamos lo que queríamos. No fue la mejor temporada, pero Alfredo fue un magnífico entrenador que nos transmitió lo que sabía hacer y lo recepcionamos de una buena manera.

P: Aquel Barcelona que os ganó, de Maradona y Schuster, ¿era el mejor en mucho tiempo?

R: Siempre ha sido un equipo con unas plantillas fantásticas y no tenía que ser menos en esa temporada. La final fue muy competida. No recuerdo un Barcelona fácil de ganar o un Real Madrid fácil de ganar. Creo que eso, a lo largo de la historia, ha continuado siempre.

P: ¿Qué no se le ha olvidado de aquella final?

R: En términos generales puedo recordar cosas. En términos relativos es más complicado. Pero recuerdo que fue una final muy muy dura con entradas increíbles y con una tensión fuera de lo común. Recuerdo perfectamente un gol al final de Marcos Alonso en un ángulo inverosímil. Esos son mis grandes recuerdos de la final. A grandes rasgos, me quedo con ese gol al final del partido que nos hizo perder la final.

P: Se dieron mucha leña...

R: Había menos control de las entradas. No digo que los arbitrajes fueran diferentes, pero era más permisivo. Creo que hubo dos o tres jugadores por parte de cada equipo que fueron excesivamente duros.

P: ¿Había una consigna especial para parar a Maradona?

R: No, creo que sobre Maradona no. En general. Un jugador de nuestro equipo salió lesionado por Migueli, que era Paco Bonet. No era Maradona precisamente. Las entradas no iban dirigidas a nadie en particular. Había mucho en juego. Una final de estas es complicada. Hubo entradas fuertes que no acabaron en peores circunstancias porque Dios existe.

P: Los jugadores veteranos no suelen recordar conversaciones durante el partido con otros jugadores. ¿Usted es una excepción y de aquel día recuerda algo?

R: Pequeños detalles no recuerdo. Habrá habido de todo, palabras bonitas y malsonantes. Durante un partido hay de todo. No recuerdo especialmente aquel partido como algo diferente a los demás.

P: Otra imagen que se recuerda de aquel partido aparte del gol de Marcos Alonso fueron los cortes de manga de Schuster. ¿Cómo recuerda aquello?

R: Lo vimos después. He tenido la posibilidad de hablar con Bernardo de estos temas porque luego estuvo en el Madrid y tenemos una afición común, el golf. No ha tenido mayor importancia. En aquel momento reaccionó de aquella manera. Hay que saberlo entender y disculparle. Se habrá arrepentido.

P: Parece que tiene un muelle en el brazo, también lo hizo cuando era entrenador del Real Madrid el día que ganó en Pamplona el título...

R: Debe ser un gesto habitual en su entorno (risas). Pero insisto, no hay que darle más relevancia de lo que tiene. No es agradable verlo, siempre suele hacerlo quien ha ganado. Pero no hay que echarle más leña al fuego. Es un gran entrenador, fue un gran jugador y tiene más cosas buenas que malas, es evidente.

P: ¿De las cinco finales que perdió... ¿Cuál le dolió más?

R: Fue la primera, en Mestalla, donde perdimos la Liga. Fue el detonante de las demás. Íbamos pensando que podíamos ganar la Liga, tuvimos muchas opciones y perdimos 1-0 con infinidad de ocasiones. Pineda, por ejemplo, tiró dos al palo. Aquella fue para mí la que nos dejó tocados de cara al resto. Las demás eran partidos únicos y esto era una trayectoria de un año. No ganarla nos dejo tocados. En el resto dimos la cara en todas y fue una de las mejores temporadas que hicimos.