Por segunda temporada consecutiva, Barcelona y Real Madrid vuelven a enfrentarse (mañana, 21.00 horas) en las semifinales de la Euroliga, lo que confirma que el clásico de la Liga española por excelencia vuelve a serlo también de la máxima competición continental.

El Real Madrid, el equipo de las ocho Copas de Europa, llevaba demasiado años fuera de la elite europea. En la era moderna de la competición, solo había disputado cinco fases finales y levantado el título en una ocasión (1995).

El Barça, en cambio, se ha convertido en el conjunto que más Finales a Cuatro ha jugado -14 con la de Milán- y sus dos campeonatos (2003 y 2010) corresponden a la historia reciente del torneo.

Con la llegada de Pablo Laso al banquillo madridista, la tendencia ha cambiado, y los blancos vuelven a asomarse con asiduidad a las fases finales de la Euroliga.

La temporada pasada, en Londres, cayeron en la final ante Olympiacos tras eliminar precisamente al Barça (67-74). Y este año será la tercera vez que se vean las caras en la Final Four (la primera, París 1996, cayó del lado de los azulgranas, que luego perdieron la final contra Panathinaikos, por 76-66).

Al contrario que en la cita de la capital británica, donde el Barcelona llegó muy justo de fuerzas, falto de confianza y con varios jugadores con problemas físicos, ahora arriba a Milán con las mejores sensaciones posibles.

La convincente victoria del Barça ante el Real Madrid (86-75) en la última jornada de la Liga Endesa ha confirmado que el equipo de Xavi Pascual ya se encuentra en disposición de volver plantar cara a los blancos, que en el último año les tenía comida la moral.

Aunque en ese encuentro ambos técnicos no enseñaron todas sus cartas -Pascual escondió a Navarro y laso reservó a Felipe Reyes- el choque confirmó que, a día de hoy, las fuerzas están muy igualadas.

El Madrid llega a esta Fase Final tras tumbar al campeón de los dos últimos años, el Olympiacos, con el mejor ataque del campeonato (85,2) y con Sergio Rodríguez (máximo anotador -13,5- y asistente -5- de su equipo) como flamante MVP de la competición.

De hecho, Rodríguez, Sergio Llull, Rudy Fernández (en el quinteto ideal del torneo y jugador con mejor índice de valoración de la competición) y Nikola Mirotic, anotan el 60% de los puntos de su equipo.

Frenar el ritmo endiablado que los Sergios imprimen al partido y defender bien a Rudy y Mirotic, en las posiciones de ''3'' y ''4'', serán por tanto, claves si el conjunto catalán quiere derrotar a los madrileños.

El Barça, junto al Real Madrid, el equipo que menos derrotas (5) ha sufrido esta temporada en la Euroliga, se ha clasificado para la Fase Final tras hacer un excelente ''Top 16'' y eliminar por la vía rápida al Galatasaray.

Con la única duda de cómo llegará su estrella, el escolta Juan Carlos Navarro, tras superar sus problemas en los isquiotibiales, cuenta con un amplio fondo de armario para plantar cara al eterno rival.

Brad Oleson y Àlex Abrines deben ayudar a Navarro en el duelo que librará desde el perímetro con Rudy y Jaycee Carroll, y Erazem Lorbek y Maciej Lampe sumar su talento en la ''pintura'' al de Ante Tomic, también en el quinteto ideal del torneo y máximo anotador (11,8) y reboteador (6,3), para imponerse en el juego interior.

El músculo lo pondrá Joey Dorsey, por el Barcelona, y Felipe Reyes y Marcus Slaughter, por el Real Madrid, jugadores que tendrán un papel importante en el dominio del rebote, otra de las claves del partido.

Esta será la vigésima ocasión que ambos equipos se vean las caras en Europa. De momento, el balance es claramente favorable al Barça (12-7). Más igualado está el duelo en los banquillos, donde Pascual domina por solo una victoria a Laso (15-14).

El vencedor del choque entre los dos equipos españoles se enfrentará en la final al ganador de la primera semifinal, que disputarán (18.00 horas) el CSKA de Moscú y el Maccabi Electra Tel Aviv.

Ambos equipos son habituales en estas lides. El CSKA, seis veces campeón de Europa, disputará su decimotercera Fase Final -tercera consecutiva- y el Maccabi, que tiene cuatro títulos en su palmarés, la duodécima, tras dos años de ausencia.

Los dos se han enfrentado ya en 30 ocasiones, con un balance favorable al conjunto moscovita de 16-14. Más desigual es el cara a cara entre los dos entrenadores, pues el del CSKA, Ettore Messina, ha ganado sus ocho duelos con David Blatt, el preparador del Maccabi. Messina busca su quinto título como entrenador; Blatt, que ya ganó una como segundo de Pini Gershon en 2004, el primero.

Los israelíes llegan a esta Final Four tras tumbar en cuartos de final al anfitrión, el Olimpia Milán, con un baloncesto enérgico y atlético en el que destacan el base Ricky Hickman, máximo anotador del equipo (12,1), el escolta Devin Smith, su mejor reboteador (5,4), y el ala-pívot Alex Tyus, líder en tapones y en porcentaje de tiro de dos.

El alero Sony Weems (12,6 puntos) es la principal baza ofensiva, junto al base Milos Teodosic y el pívot Nenad Krstic, de un CSKA se ha plantado en esta fase final tras eliminar al Panathinaikos y que puede presumir de ser el mejor equipo defensivo del campeonato (69,6 puntos encajados por encuentro).