Sergio Rodríguez, jugador del Real Madrid, reclamó calma, después de que su equipo venciese al Barcelona (100-62) en las semifinales de la Euroliga de baloncesto, porque, indicó, el Maccabi, rival en la final del próximo domingo "será un rival muy complicado".

"Estamos muy contentos porque hemos jugado muy bien y ahora queremos jugar la final. Pero ahora necesitamos descansar y aflojar tensión, porque nos espera un rival complicado", dijo el base madridista a Canal Plus.

"Ahora hay que evadirse un poco. El Maccabi presentará un partido muy complicado que habrá que jugar a un ritmo diferente. Tiene un gran entrenador y grandes jugadores y después de la victoria ante el CSKA están con la moral muy alta".