La Liga llega a su fin y el Iberostar Tenerife se juega en esta jornada final ante La Bruixa D''or de Manresa, mantener esa undécima posición de la clasificación que no iguala la posición de la campaña pasada, pero si que le permite concluir con un buen sabor de boca.

El técnico, Alejandro Martínez, ha intentado a lo largo de la semana y a pesar de los numerosos actos sociales que han tenido que hacer, mantener la concentración de los jugadores para que salgan en Manresa con las máxima tensión y terminar la competición con un triunfo.

Y es que para muchos este puede ser el final de un ciclo en el conjunto canarista, Jesús Chagoyen ya se despidió de la afición el pasado fin de semana porque no seguirá en el equipo lagunero la próxima temporada, aunque podrían ser algunos más los que no renueven su contrato y por ello quieren terminar la Liga, no solo ganando sino haciendo un buen partido.

Martínez podrá disponer para esta cita con la totalidad de su plantilla, a excepción de Juan Pedro Gutiérrez que no podrá jugar por lesión.

Como ocurriera en el partido ante el Bilbao el pasado fin de semana, se espera un tanteo alto en este duelo entre La Bruixa D''or y el Iberostar Tenerife, un choque donde los dos equipos querrán ganar, pero sin la tensión de tener que jugarse algo más importante en un solo encuentro.

Los jugadores canaristas tendrán que estar finos en defensa, esa tensión que ha solicitado el técnico canarista a sus jugadores, y que se tiene que demostrar en defensa para intentar que los jugadores importantes del equipo catalán, como Ericksson, Asselin, Creus y Arteaga, no hagan daño en la zona del equipo aurinegro.

Será, por tanto, un partido atractivo para los espectadores y ver a un Iberostar Tenerife que, aunque algo tarde, que ya se encuentra recuperado de esa crisis de resultados que tanto daño hizo en los meses de enero y febrero y que le ha impedido alcanzar metas mayores.