El primer día de junio del año 2014 quedará grabado para siempre con letras doradas en la historia del deporte tinerfeño. Ese día, un modesto club de fútbol sala devolvió a la isla a la máxima categoría del fútbol sala nacional. El sueño de un equipo de barrio, de amigos, se hizo realidad este domingo. El Uruguay Tenerife ha ascendido a la mejor liga del mundo solo dos temporadas después de haberlo hecho a la división de plata y tras haber superado a Brihuega y Elche en los ''play off'' de la misma manera: sufriendo mucho.
El tercer partido de la ronda final fue más duro que todo el ''play off'' junto. Física y emocionalmente. Para jugar a esto hace falta mucho más que la calidad que han demostrado los hombres de Francis Arocas, cuerpo técnico incluido, durante toda la temporada. Y este equipo lo tiene. El objetivo de este domingo era poner la guinda a una gran campaña. Cerrar un ascenso que ha costado sudor, lágrimas... y algunas gotas de sangre. Y el Uruguay lo consiguió. Ha necesitado jugar 32 partidos y marcar 150 goles. Solo los equipos de Primera pueden hacer este tipo de cosas.
Al equipo de Arocas le salieron las cosas desde el primer momento. Kike Barroso, con un pase largo y milimetrado, habilitó a Víctor Suazo, que dejó el balón a Ayose para que marcara el primer tanto. Era el minuto dos. Una buena forma de empezar: con un gol y jugando un buen fútbol sala. Pero pronto se igualó el partido, en el juego y en el marcador: Óscar empató tras una buena jugada. Pero el Uruguay estaba viendo puerta, mereciendo más goles. Pedro Toro lo había intentado en varias ocasiones, rompiendo por velocidad, fuerza y calidad. En el 18 bajó un balón, se revolvió y soltó un pelotazo a la red que hizo explotar al Pabellón. A cuatro segundos del descanso, Corvo ejecutó una falta que Kike Barroso se encargó de materializar en el tercer gol. La mejor forma de irse al vestuario: celebrando un tanto.
Con el gol de Jacinto, cuando el Elche jugaba con uno menos por la expulsión de Pitu, que vio la segunda tarjeta amarilla, el Uruguay comenzó a verse en Primera. Con un 4-1 y 17 minutos por delante no hay que fiarse, pero los de Arocas no estaban dispuestos a ser sorprendidos en el partido más importante de su historia. El Elche no tardó en arriesgar y salíó de cinco con mucho aún por jugar. Corvo hizo el quinto en una contra y se acabó la historia. Carde acortó, pero sin tiempo para remontar. Kike Barroso marcó el sexto para la galería. Dedicado a la grada. Carde volvió a aparecer con dos goles seguidos, pero la fiesta del Uruguay ya había comenzado. La bocina sonó mejor que nunca. Dejó de ser un ruido molesto para convertirse en música de orquesta. El Uruguay Tenerife ya está en Primera División. Un pequeño club ha demostrado que los sueños están para ser cumplidos.
Uruguay Tenerife: Iago Barro, Kike Barroso, Ayose, Carlos Corvo y Víctor Suazo. También jugaron Pedro Toro, Luis Jara, Pablo y Jacinto.
Elche: Christian, Carde, Jesús García, Óscar y Kiwi -inicial-. También jugaron Juanjo, Juanjito, Juandi, Manu y Pitu.
1-0, min. 2: Ayose.
1-1, min. 8: Óscar.
2-1, min. 18: Pedro Toro.
3-1, min. 20: Kike Barroso.
4-1, min. 23: Jacinto.
5-1, min. 36: Carlos Corvo.
5-2, min. 38: Carde.
6-2, min. 39: Kike Barroso.
6-3, min. 40: Carde.
6-4, min. 40: Carde.
Árbitros: Arance García y Del Olmo Martínez, del comité madrileño. Tarjetas amarillas a los locales Carlos Corvo, Luis Jara y Pedro Toro; y a los visitantes Juanjo, Juandi, Kiwi y Pitu, este último en dos ocasiones, por lo que fue expulsado. El local Pedro Toro vio también la tarjeta roja.
Incidencias: partido final del play off de ascenso a la Primera División del fútbol sala nacional disputado en el Pabellón Municipal de los Deportes de Santa Cruz de Tenerife. Se agotaron las localidades. La recaudación irá destinada a costear el tratamiento médico de la niña Ainara Morales. Antes del encuentro, las asociaciones Amigos de Vitolo, Santa María 3 Barrios y Ayuda a las Familias Chicharreras, que impulsaron esta iniciativa benéfica, desplegaron una pancarta en agradecimiento por las muestras de solidaridad.