Han pasado dos días desde que el Córdoba Club de Fútbol lograra en el estadio Gran Canaria de Las Palmas el ascenso a Primera División 42 años después y la ciudad sigue en "éxtasis" y bañada en color blanquiverde.

Tras el apoteósico recibimiento que tuvieron ayer los jugadores a su llegada a la ciudad, con 80.000 aficionados escoltando a la caravana cordobesista que celebró el ascenso en el Nuevo Arcángel y tuvo su fin de fiesta en la Plaza de Las Tendillas, a partir de hoy tocaban las visitas protocolarias a las administraciones.

La plantilla del Córdoba ha visitado este mediodía la parroquia de San Rafael para realizar una ofrenda floral y dedicar el ascenso al custodio de Córdoba.

Quizás los excesos de la fiesta de ayer se notaron ya que el retraso ha sido importante y hasta el presidente del club, Carlos González ha tenido que llamar al orden a la plantilla.

Bajo una incesante lluvia, el plantel blanquiverde llegó a la iglesia, donde más de un centenar de aficionados les esperaban, sobre todo muchos niños que reclamaron los autógrafos de sus nuevos héroes.

Una vez dentro de la basílica, los encargados de hacer la ofrenda floral fueron el capitán Abel Gómez, el técnico, Albert "Chapi" Ferrer y el presidente, mientras que el que tomó la palabra oficiando de maestro de ceremonias fue el vicario de la Mezquita Catedral, Fernando Cruz Conde, sobrino de Alfonso Cruz Conde, histórico presidente blanquiverde en la década de los cincuenta.

"En estos momentos tengo que acordarme de mi tío, por la alegría que para él supondría este ascenso", ha destacado Cruz Conde, que ha recordado que tras los primeros años de existencia de la entidad, fundado en 1954, su tío logró captar 10.000 socios cuando el club estaba en Tercera División.

Cruz Conde ha añadido que este ascenso, además de la alegría que supone para toda una provincia, implicará una importante repercusión económica para la ciudad, ya que se estimado un impacto superior a los 32 millones de euros entre turismo y puestos de trabajo directos e indirectos.

Tras la ofrenda floral, la plantilla se ha dirigido al Ayuntamiento para ofrecer el ascenso a los representantes locales de los ciudadanos y donde ha sido agasajados con un reloj, incentivo fruto de una broma que los jugadores gastaron al alcalde, José Antonio Nieto, durante el vuelo de regreso a Córdoba tras lograr el éxito.

El bromista en cuestión era el centrocampista Pedro, quien no solo ha agradecido el regalo con la voz ronca, sino que ha sido felicitado por su próximo enlace matrimonial que tendrá lugar en pocos días.

Los jugadores también han recibido una réplica de la Mezquita de Córdoba en plata y las autoridades locales plantearán a la plantilla para que reciban la Medalla de Oro de la ciudad.

Durante la recepción, el alcalde ha subrayado que el ascenso "no es fruto del partido del domingo", sino de la labor "realizada durante toda la temporada" y también ha reconocido el trabajo del club para "sanear sus cuentas".

Una visita breve al Ayuntamiento que no ha permitido al alcalde y al presidente tratar asuntos importantes y urgentes que se abren con el ascenso, como es el caso de la futura ciudad deportiva del club y la apertura del voladizo de uno de los fondos del estadio que podría ganar cerca de 1.000 plazas para el retorno a Primera.

Los festejos y agasajos se prolongarán esta tarde ya que la plantilla tiene previsto desplazarse a Sevilla, donde serán recibido en el Palacio de San Telmo por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.