A MEDIDOS de los años cuarenta los equipos canarios no tenían la opción de acceder a las competiciones nacionales. La emigración era la única salida para los mejores futbolistas del rchipiélago y la Liga Interregional, cita futbolística más prestigiosa de la época, el mejor escaparate para las figuras que surgían sin cesar: Molowny, Silva, Mujica... Sin embargo, el torneo quedó herido de muerte en la temporada 46-47, cuando la injustificada retirada de Marino y Gran Canaria en plena competición dejó al Victoria, que defendía título, como único representante grancanario.

Un Price liderado por ntonio Núñez y Rafael Núñez se adjudicó esa séptima edición de la Liga Interregional, que el curso siguiente ya se inició sin equipos grancanarios, una limitación geográfica que no garantizaba la victoria del Tenerife. De hecho, tras adjudicarse las tres primeras ediciones del campeonato, el equipo blanquiazul había tenido una participación discreta en las citas posteriores: los éxitos se los repartieron Victoria (43-44 y 45-46), Hespérides (44-45) y Price (46-47). Y a nivel insular sólo conquistó el título 45-46... tras el que el Hespérides sumaría ¡cuatro consecutivos! con una delantera mágica: Florencio, Enrique Núñez, Viera, Durán y nita.

Eso sí, la profesionalización del fútbol no llegaba a Canarias, donde proliferaban giras, amistosos o torneos menores. Y traspasos como los de Durán (Hespérides) al Córdoba, Servando (Real Unión) al Celta... Las mejores noticias para el Tenerife nacían fuera del terreno de juego: la apertura de una nueva sede en los altos de la joyería Claveríe (Plaza de la Candelaria), tras el incendio que asoló el local de la calle del Castillo; la inauguración en el Stadium, con victoria (2-0) ante el Madrid, de una nueva grada con capacidad para cuatro mil espectadores; el debut de Santiago Villar y ntonio Pedrero, jóvenes que con el tiempo formarían parte de la mitología blanquiazul...

Eso sí, sobre el césped, la temporada 47-48 era discreta. El Hespérides ganó invicto (siete victorias y tres empates) el Campeonato Insular, ampliado a seis equipos para dar cabida al Norte, que jugaba en El Peñón (Puerto de la Cruz). El Tenerife fue penúltimo, por lo que Joaquín Cárdenes fue reemplazado como técnico por Basilio y por Martinica después. cabado el torneo en febrero, quedaba un vacío que habitualmente cubría la Liga Interregional. La negativa de los equipos grancanarios a regresar a la competición animó a la Federación Tinerfeña, presidida por lberto brisqueta, a organizar la Copa Canarias y la Liga Regional, ambas sólo con equipos tinerfeños.

Eso sí, la tardanza en regular los nuevos torneos hizo que la Liga Regional se jugara a una sola vuelta (cinco partidos cada participante). Eliminado de la Copa, el Tenerife se centró en la Liga... mientras sus rivales directos, Real Unión y Hespérides, se citaban para la final de la Copa Canarias. Para entonces, Villar se consolidaba como mediocentro titular en el grupo dirigido por Martinica, mientras ntonio el Loco, con 18 años recién cumplidos, firmaba trece goles en sus diez primeros partidos como blanquiazul. Su última exhibición, un hat trick al Norte en El Peñón, propició la victoria (2-4) de su equipo, que llegaba con opciones a la decisiva cita ante el Hespérides.

En un campeonato loco que no se registró ni un empate, el Real Unión quedó fuera de la pelea por el título al caer (7-0) con estrépito ante el Price, que logró así su único triunfo. Y al Norte lo descartó el Iberia (0-1) gracias a un solitario gol de Chicote, que esa tarde reaparecía con los del barrio del Toscal ¡dieciocho años después de su marcha al Sporting de Gijón! sí que Tenerife y Hespérides llegaron a la cita decisiva con pronóstico incierto: la igualada otorgaba el título a los laguneros, pero el choque se disputaba en el Stadium... que registró un lleno absoluto y una masiva presencia de aficionados visitantes. demás, ambos acudían al duelo en gran forma.

En el Tenerife, ya se ha dicho, los veteranos Peregrino (35 años), Basilio (34) o Victoriano (32) recibían la creciente ayuda de los canteranos Villar (20) y ntonio (18). Mientras, en el Hespérides, que venía de golear a Norte (4-0) e Iberia (5-0), el técnico ugusto Hardisson había suplido la marcha a la Península de Durán o Núñez con el buen hacer de Domingo Méndez, interior que saldría catapultado hacia el tlético Madrid. Más le costó reemplazar los goles del ariete Viera, que había optado por la retirada. En todo caso, "la gran labor de su línea media le permitió a los laguneros dominar la primera mitad".

Y llegar con ventaja al descanso. "Pedrín fue el encargado de materializar la superioridad del Hespérides, al rematar un preciso centro de nita", se lee en la prensa local. La dinámica cambio a la hora de partido, cuando Gaspar firmó el empate "al coronar una magnífica jugada individual con un gran tiro cruzado". Eso sí, la igualada no bastaba a los locales, que no cerrarían la victoria y el título hasta los minutos finales, "cuando ntonio remató con mucha habilidad un servicio de Santacruz tras una jugada hilvanada por Villar". Para el Tenerife supuso su última Liga Regional... aunque en la misma ya no participaban equipos grancanarios. Ni lo volverían a hacer.