El entrenador del Aberdeen Derek McInnes dio por "medio bueno" el 2-0 encajado por su equipo en Anoeta, reconoció la superioridad de los donostiarras en este partido aunque advierte que su equipo "no se rinde".

"Sólo nos queda aprender de lo que ha pasado esta noche", señaló en la sala de prensa de Anoeta el técnico del conjunto escocés, quien recordó que hasta que se cruzó la Real en su camino "ningún otro equipo nos había dominado de esta manera".

En su lectura del partido destacó que los donostiarras fueron mejores, "forzaron errores porque son muy buenos" y lamentó que los dos goles "fueron inevitables".

Aplaudió el tanto de Sergio Canales y desveló que el vestuario está "frustrado y desilusionado", aunque confía en recuperarlo para dentro de siete días.

"El próximo jueves estaremos delante de nuestra afición, que hoy nos ha apoyado mucho y esperamos poder darle una alegría. Es un desafío y esperamos estar más fuertes para exigirles más a la Real", concluyó McInnes.