Si hay una potencia mundial en el deporte de la canasta esa es la selección de Estados Unidos. La NBA con casi 70 años de historia se erige como la mejor liga de baloncesto en todo el planeta. Los jugadores sean del continente que sean quieren pasar su carrera profesional allí, rodeados de estrellas como Lebron James, Kevin Durant o Kobe Bryant. Aunque se ha globalizado en las últimas décadas con la irrupción de baloncestistas, particularmente europeos, el gran atractivo de esta competición radica en los estadounidenses. Por esta razón, que la selección de USA juegue más allá de sus fronteras se erige como un espectáculo y eso es lo que se ha podido vivir en Gran Canaria.

El Mundial de baloncesto 2014 que tendrá lugar en España arranca el 30 de agosto y el archipiélago canario será una de las sedes para la fase de grupos. Antes los equipos nacionales continúan apurando su preparación previa y Estados Unidos no podía ser menos. Marcando la tónica habitual el conjunto norteamericano parte como una de las grandes aspirantes al título junto a la anfitriona, España. No obstante, ver jugar al combinado de USA, esté disputando o no una competición oficial, es una exhibición que pocas selecciones pueden igualar. “Alley-oops”, canastas imposibles, mates, pases sin mirar, “crossovers” junto a mucho físico e intensidad es lo que ponen los jugadores estadounidenses sobre la cancha.

Con ansias de saltar, animar y pasarlo bien, más de 10.000 personas llenaron las gradas del Gran Canaria Arena para disfrutar de una exhibición que no solo se queda en el baloncesto. Al más puro estilo NBA, las gradas se tiñeron de color con las elásticas de equipos tan lejanos como Bulls, Lakers, Thunders o Spurs. Unos espectadores llegados desde diferentes puntos de la geografía española e, incluso, de otros lugares de Europa. Tal es así que la afición eslovena, rival de la selección de USA en el amistoso, fue de los que más se oyeron en el pabellón grancanario. Un recinto que acogió el primer partido de la selección de Estados Unidos fuera de su país antes del MundoBasket 2014.

Una cita, que pese a no contar con algunas de las grandes estrellas norteamericanas, se pudo contemplar los triples de Curry, los “driblings” de Irving o la intimidación en el poste de Anthony Davis, entre muchas otras habilidades baloncestísticas que solo está a la altura de los mejores. Con un resultado final de 101 a 71, Estados Unidos se impuso a una peleona Eslovenia que liderados por los hermanos Dragic también pusieron parte del espectáculo. Cuarenta minutos de baloncesto al más alto nivel que tan solo unos miles de privilegiados pudieron ver en vivo y en directo. Todo ello en Canarias, posicionando así, al menos durante dos horas, a las Islas como el lugar en el que los aficionados del mundo de la canasta pusieron sus ojos.