El Tenerife espera una llamada que confirme de manera oficial la cesión por parte del Chelsea del mexicano Uli Dávila, gran objetivo de la dirección deportiva blanquiazul para mejorar de manera ostensible la nómina de atacantes de su plantilla. El club casi ha fiado a esta posibilidad su último esfuerzo en el mercado, aunque en los últimos días ha crecido el optimismo con respecto al éxito final de la gestión con el club londinense.

Ulises Alejandro Dávila Plascencia es delantero, suele jugar por detrás del jugador más avanzado, tiene 23 años (13 de abril de 1991) y ya ha tenido dos experiencias en la Liga Adelante. La primera fue con el Sabadell, club al que llegó cedido por el Chelsea en 2012, una vez cubierta su primera etapa a préstamo, en el Vitesse holandés. En Sabadell jugó una temporada, intervino en 35 partidos y anotó cuatro goles.

El siguiente paso que dio el Chelsea, que tiene sus derechos desde que lo adquirió del Guadalajara mexicano en 2011, fue cederlo al Córdoba, con el que ascendió el año pasado. Dávila entró en la historia cordobesista con el gol que dejó a Las Palmas sin el sueño de la Primera División. Con el club de El Arcángel jugó 37 partidos y marcó 7 goles. Pero su protagonismo en el juego ofensivo de los verdiblancos se puede medir también por su faceta de pasador, como demostró con su brillante exhibición en el Heliodoro, donde asistió a López Garai para anotar el gol con el que su equipo derrotó al Tenerife la pasada campaña.

Se trata de un delantero que sabe jugar entre líneas, capaz de desequilibrar actuando casi más como media punta. En esta segunda faceta es en la que el Tenerife entiende que su incorporación podría resultar determinante para elevar el nivel de peligrosidad del equipo, tan carente de desequilibrio cerca del área rival.

Obviamente, el Tenerife no ha sido el único equipo que se ha dirigido al Chelsea para pedir la cesión del mexicano, pero al club blanquizal le han favorecido los tiempos, porque ha sabido esperar, mientras que otros que aspiraban a Uli, como el mismo Córdoba, prefirieron cubrir su puesto sin arriesgarse a una respuesta negativa del club de Stamford Bridge a última hora.

Si finalmente se concreta esta operación, el club blanquiazul debe proceder a hacerle a Uli un hueco como extra comunitario. En tal condición solo pueden jugar dos y el Tenerife los tiene ya inscritos: el uruguayo Ifrán y el hondureño Juan Carlos García, que sería el sacrificado. El club está por la labor de mantenerlo en la plantilla, pero sin ficha, aunque la decisión final depende del Wigan, propietario de sus derechos, y del propio jugador.