Con los favoritos en un pañuelo de 30 segundos, la Vuelta a España descansó antes de la contrarreloj de Borja, cita clave para definir la clasificación en una segunda semana decisiva, en la que el colombiano Nairo Quintana entra como líder, pero con una oposición firme, donde no falta nadie, con Contador, Valverde, Froome y "Purito" Rodríguez.

"Estamos empatados a cero". Quintana tenía razón cuando se puso el maillot rojo. De los finales elevados en Cumbres Verdes y Valdelinares no ha salido un jefe claro. La conclusión es que hay igualdad y que los cinco cabezas de cartel que salieron de Jerez siguen intactos y anuncian pelea. Y emoción.

En el póquer de favoritos algunas cartas han quedado al descubierto antes de que la contrarreloj la marque a cada uno la hora que merece. A Contador ya no le vale el discurso de su merma por la rodilla lesionada en el Tour. No le cree nadie e incluso le señalan como primer candidato al título. Sus rivales decían en Jerez que el madrileño no ha venido a la Vuelta a broncearse. Con razón.

Quintana, que persigue su segunda gran Vuelta tras ganar el Giro, tiene a Contador en el cogote, a 3 segundos. El de Boyacá espera las cumbres del norte para marcar su territorio. Pero no será la única baza del Movistar. Está Valverde, otra bala que va a tener que esquivar el pistolero de Pinto si quiere asaltar el fortín del conjunto telefónico.

Tampoco se define el británico Chris Froome, hasta el momento cerca de sus rivales directos, pero no superior. No está al nivel del Tour 2012 o 2013, pero se frota las manos ante la cronometrada, que será su momento, donde puede sacar oro si muestra su nivel real. Apoyado por un equipo que le cubre muy bien las espaldas, el líder el Sky resiste a 28 segundos de Quintana.

Con el colombiano Winner Anacona de "invitado" en el cuarto puesto de la general tras su exhibición en Valdelinares, el quinto favorito es "Purito" Rodriguez, quien no ha aprovechado los cartuchos en los finales de Cumbres Verdes y la estación invernal turolense, y ahora se enfrenta a su bestia negra: el reloj. El catalán aún piensa en los mayores logros, pero el examen de Borja le puede sonar a chino.

Suena el reloj. Los favoritos se enfrentan a los 36,7 kilómetros entre el Monasterio de Veruela y Borja. Van a medir sus fuerzas en solitario, sin máscaras, y hablarán sobre un recorrido exigente, que empieza con 11 kilómetros de subida hasta el Alto del Moncayo. Luego una bajada pronunciada muy técnica favorable para rodadores. Posiblemente se luzca el campeón mundial alemán Tony Martin.

La semana fantástica de la Vuelta, señalada como clave, seguirá con la llegada a la inédita meta de San Miguel de Aralar, donde esperan 11 kilómetros por un camino de cemento que recuerda a la temible Bola del Mundo de Madrid, con rampas de hasta el 15 por ciento.

Tras el paso por la montaña navarra los esprinters tendrán otro momento de gloria en Logroño, y ya en el fin de semana será la traca se puertos donde se librarán las batallas decisivas.

La Camperona, en León, con rampas del 25 por ciento será el primer examen de altura. Luego los Lagos de Covadonga ofrecerá una cima mítica, de prestigio y como remate final la etapa más esperada de la Vuelta, con final en La Farrapona, que tendrá como aperitivo cuatro altos de primera: La Colladona, El Cordal, La Cobertoria y San Lorenzo.