Nada ha podido detener hasta ahora a Serena Williams, cabeza de serie número uno, en el Abierto de Estados Unidos, donde defiende el título de campeona que ha ganado en los dos últimos años, y que ya está en los cuartos de final, junto a la italiana Flavia Pennetta y la rusa Ekaterina Makarova.

La sorpresa relativa de la octava jornada del último torneo de Grand Slam, en la competición femenina, fue la eliminación de la canadiense Eugenie Bouchard, séptima favorita, que confirmó la irregularidad en su tenis, y que esta vez le costó la eliminación ante Makarova, que jugó mejor en los momentos decisivos.

Pero a la espera de lo que pueda suceder esta noche en el duelo entre la bielorrusa Victoria Azarenka, decimosexta favorita, y la serbia Aleksandra Krunic, la jornada dejó a Williams como la gran triunfadora que reivindicó su condición de campeona que busca el sexto título en el Abierto de Estados Unidos.

La número uno del mundo no dio opción a la estonia Kaia Kanepi, número 49 del mundo, que perdió por 6-3 y 6-3, a pesar que luchó hasta el final.

La hermana menor de las Williams aplicó una vez más la fórmula ganadora en pista dura y que no es otra que su gran poder físico con su saque y golpes ganadores desde el fondo de la pista que la abrieron el camino del triunfo.

La número uno del mundo, que busca su tercer título consecutivo en el Abierto de Estados Unidos, rompió el saque de Kanepi cinco de las nueve oportunidades que dispuso por sólo una cesión que le hizo a su rival a la que ha vencido en los cuatro enfrentamientos que han tenido como profesionales.

Mientras que Kanepi, la verdugo de la española Carla Suárez-Navarro en la tercera ronda, no pudo conseguir llegar de nuevo a los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos como lo hizo en el 2010.

La próxima rival de Williams será la italiana Flavia Pennetta, undécima favorita, que se impuso por 7-5 y 6-2 a la australiana Casey Dellacqua, vigésima novena cabeza de serie.

El duelo de veteranas entre Williams y Pennetta, ambas tienen 32 años cada una, será el sexto, con cinco triunfos conseguidos por la tenistas estadounidense, incluido el último en los octavos de final del Masters 1000 de Cincinnati.

Mientras que Makarova acabó con la irregular participación de Bouchard, una de las favoritas del público a partir de sus buenos resultados en este tipo de torneos, pero que no hizo su mejor tenis en Flushing Meadows.

Makarova, decimoséptima favorita, de 26 años, que repite en el Abierto de Estados Unidos cuartos de final dejó al descubierto que todavía no domina las situaciones de presión en los momentos decisivos.

Todo lo contrario de lo que sucedió con Makarova, que colocó 25 golpes ganadores y cometió 27 errores no forzados, por 21 y 31, respectivamente, de Bouchard, que perdió el segundo partido que ha disputado como profesional frente a la veterana tenista rusa.

Makarova también ganó 83 puntos por 69 de Bouchard, que sólo superó a la tenista rusa en las subidas a la red con seis puntos ganados de ocho oportunidades por 6 de 9 de su rival.

Makarova tendrá que esperar a conocer a la ganadora del duelo que protagonicen Azarenka, decimosexta favorita, frente a Krunic, la verdugo en la tercera ronda de la checa Petra Kvitova, tercera cabeza de serie y actual campeona de Wimbledon.

Al margen de cual sea el resultado final, lo que ya quedó establecido en la octava jornada del Abierto de Estados Unidos, es que por primera vez en la Era "Open", el torneo dentro de la competición femenina sólo tendrá a una tenista que está clasificada dentro del Top Ten.