El español Alberto Contador (Tinkoff) se acercó a su tercera Vuelta a España al imponerse en la vigésima etapa disputada entre Santo Estevo de Ribas de Sil y Puerto de Ancares, de 185 kilómetros.

Contador ganó el duelo a Froome, al que remató a 800 metros de la cima tras aguantar innumerables ataques del británico. Le aventajó en meta en 15 segundos, mientras que Alejandro Valverde cruzó a 55 y conservó el tercer puesto en el podio.

El ciclista madrileño es el virtual vencedor de la 69 edición. En la jornada clave hizo su carrera. Se pegó a la rueda de su gran rival y le atacó en las últimas rampas para rubricar su golpe de mano.

En la general las diferencias son definitivas a falta de la cronometrada de este domingo en Santiago. Contador aventaja en 1.38 a Froome y en 2.38 a Valverde.

Los franceses Coppel (Cofidis) y Mederel (Europcar), el holandés Poels (Omega) y el polaco Niemiec (Lampre) lanzaron la carrera con la fuga del día, sin opciones, ya que el botín se lo debían jugar los favoritos en Ancares.

Los cuatro se entendieron para coronar los altos de Vilaesteva (2a), O Lago (3a) y Folgueiras de Aigas (1a), pero en Ancares terminó la aventura a pesar de la resistencia de Niemiec, el ganador en Lagos de Covadonga que aguantó en solitario hasta 9 de meta.

El Sky, que ya venía tensando desde Folgueiras, marcó el ritmo en Ancares, ante los decisivos 12,7 kilómetros al 8,6 por ciento de media y rampas hasta del 20. Los hombres de Froome quemaron las naves. Reventaron en labores de desgaste Kennaugh, Siutsou, Nieve y Deignan, el hombre que dio el último relevo al jefe.

Los favoritos frente a frente. El momento de la verdad, cada uno con sus fuerzas. El primero en atacar fue "Purito", a 9 de la cima, pero el catalán cedió 5 kilómetros después víctima de la pelea entre Froome y Contador.

Británico y madrileño en duelo hasta la meta. Insistió infinidad de veces el líder del Sky, quemando todos los cartuchos, pero no hubo manera de soltar al líder, quien se soldó a rueda a pie de puerto y de ahí no se movió, aguantando todos los acelerones.

Nunca se rindió Froome, que cayó con las botas puestas. No pudo resistir la única bala que disparó Contador, quien volvió a levantar los brazos, como ya hizo en La Farrapona. De manera definitiva.

Mañana se disputa la vigésima primera y última etapa, una contrarreloj individual de 9,7 kilómetros.