El Laboral Kutxa y el Barcelona disputarán mañana la segunda semifinal de la Supercopa en busca del pasaporte a la gran final para hacerse con el primer título de la temporada.

Los vitorianos esperan hacer valer su condición de anfitriones del torneo con el apoyo de su hinchada en el pabellón Buesa Arena para doblegar al Barcelona, vigente campeón de la Liga Endesa.

Las horas previas al partido llegan marcadas por la incertidumbre sobre la composición final de la plantilla vitoriana. El club espera recibir en las próximas horas la documentación definitiva para que Ryan Gomes, Doron Perkins y Colton Iverson dejen de ocupar plaza como jugadores extracomunitarios.

Serán baja por lesión Fabien Causeur por una lumbalgia y Tornike Shengelia por un esguince de tobillo. Se espera que Lamont Hamilton pueda jugar algunos minutos a pesar de arrastrar una fascitis plantar desde el final de la pasada temporada.

El partido será la presentación oficial del Baskonia con Marco Crespi como máximo responsable del banquillo y que intentará enderezar el rumbo de los últimos cursos.

El objetivo de los vitorianos es competir y dejar una mejor imagen que en la semifinal de hace doce meses en la que los catalanes arrasaron con un demoledor 73-98.

El Barcelona de Xavi Pascual llega con sus refuerzos de lujo, que le convierten en claro favorito para ganar todas las competiciones en las que esté presente.

Las incorporaciones de Tomas Satoransky, Deshaun Thomas, Justin Doellman y Tibor Pleiss conforman un potente y temible equipo. Será también el primer partido de Pleiss frente a los que hasta junio fueron sus compañeros y que ahora emprende una nueva etapa tras fichar por el Barcelona.

Sobre la pista se verá también a otros jugadores como Marcelinho Huertas, Brad Oleson y Maciej Lampe con pasado baskonista.