El CB Sevilla, con varias incógnitas aún por resolver en un proyecto 2014-15 en el que hay nuevos propietarios del club, recibe mañana en el Palacio San Pablo al Iberostar Tenerife, ante el que espera ofrecer en lo deportivo las buenas sensaciones dadas en la pretemporada por un equipo muy joven.

La grupo Jefferson Capital Funding se ha hecho con la propiedad de un club que ya tiene un cuarto de siglo de vida, pero la decisión que contratar al técnico estadounidense Scott Roth como primer entrenador ha tenido el inconveniente de que su licencia no ha sido validada por la ACB, por lo que mañana no podrá estar en el arranque de la competición al frente del equipo.

La empresa estadounidense, que ha puesto al exjugador donostiarra José Luis Galilea como director general del CB Sevilla, busca la solución a este conflicto, aunque aún no ha hecho oficial la función con la que inscribirá para mañana a Scott Roth para que esté cerca de sus jugadores.

También está aún por resolver el futuro de dos de sus nuevos fichajes, ambos estadounidenses, el alero Derrick Byars y el ala-pívot Anthony Dane Watts, ya que en la actualidad gestionan la documentación para no ocupar plazas de extranjeros, con lo que uno de ellos no podrá ser inscrito mañana si no se soluciona antes este asunto.

La plantilla sevillana está muy renovada y con ausencias destacadas, como la del base checo Tomas Satoransky, quien fichó por el FC Barcelona, pero con ganas de iniciar un buen pie la competición.

El equipo ha disputado siete encuentros de preparación antes de afrontar el partido de mañana, con derrotas ante potentes rivales del torneo español como el Valencia, Barcelona y Unicaja y victoria ante el Tuenti Móvil Estudiantes.

Además, cerró su preparación en un torneo en Lisboa, en el que le ganó al Trapani italiano y al Benfica portugués y perdió frente al Rio Natura Monbus, aunque la tónica general de todos los partidos estuvo en que se compitió hasta el final y que hay base para ilusionar, algo que empezará a verse desde mañana.